Abusar del sol, entrenar en las horas del día inapropiadas, llevar una mala alimentación y tener una serie de hábitos que no compensen físicamente la
práctica del ejercicio durante el verano es perjudicial para la salud. Por esta razón, desde el Servicio de Actividades Deportivas de la
Universidad de Sevilla se recomienda acogerse a las siguientes indicaciones:
Lo primero que debe tener en cuenta una persona que desee hacer deporte es
elegir las horas en las que hay menor incidencia de los rayos del sol, como por ejemplo las horas más tempranas del día o las últimas de la tarde-noche, evitando las 12:00 y 17:00 horas. En el caso de que se realice en jornada diurna se deben extremar las precauciones usando
protector solar cada hora, con el objetivo de humectar la piel y protegerla de los rayos UVA. Aun así, debe procurarse ir a zonas donde
predomine la sombra.
Lo segundo a
considerar es el vestuario. Para facilitar la transpiración de la piel es aconsejable usar
ropa suelta, de algodón y de
colores claros. Asimismo,
el calzado debe ser cómodo y de un material suave para que no aparezcan
ampollas.
La tercera recomendación y una de las más importante para entrenar durante la época veraniega es llevar
hidratación y beber con frecuencia, aunque no se tenga sensación de sed, ya que el cuerpo pierde muchos minerales durante el ejercicio y necesita reponerlos. De la mano de esto debe ir la
nutrición tanto en la parte previa al ejercicio como la posterior,
evitando comidas copiosas e ingiriendo alimentos como
tomate, lechuga, sandía, piña y verduras ricas en agua.
Finalmente, es importante que
no se realicen rutinas de alta intensidad al aire libre, ya que pueden alterar el sistema cardiovascular. Entre tanto, se diría también que el
deporte idóneo para este tiempo es la natación por su capacidad para trabajar una gran cantidad de zonas musculares y por lo refrescante que es.