Jiménez recomendó a Manolas al Sevilla

Jiménez recomendó a Manolas al Sevilla
Manolas pasará a la historia por ser quien metió a la Roma en las ´semis´ de la Liga de Campeones. - C. P. / Á. P. / A. S.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura
Monchi, Perotti y Fazio, éstos por razones obvias, no fueron los únicos ex del Sevilla FC que festejaron el momento en el que Konstantinos Manolas (26) remató a la red en el minuto 82 un centro de Cengiz Ünder. Un tanto que, a la postre, acabaría eliminando al Barça de la Liga de Campeones y concediendo a la Roma un pase histórico a semifinales.

El héroe inesperado tiene ciertos vínculos con otros dos conocidos de la afición nervionense: Manolo Jiménez, quien le dirigió en el AEK de Atenas, y Juan Cala, a quien el arahalense unió en el centro de la zaga del equipo griego en la temporada 11/12. "A Manolas quien le hace dar un salto en su carrera es Jiménez. Es quien realmente lo mejoró y le hizo que explotara sus cualidades", comenta el lebrijano a ESTADIO Deportivo.

Según Cala, 'Kostas' "era un central rápido, con muy buen salto de cabeza y contundente. Tácticamente, un poco desordenado y un poco 'loco'". Pero, "gracias al trabajo de Jiménez, mejoró mucho tácticamente y templó sus acciones en el campo", explica Cala.

Manolas pudo jugar en LaLiga, como el propio Jiménez confirma. Acababa contrato y Manolo Jiménez, que regresaba a LaLiga, trató de ficharlo para el Real Zaragoza, que "no hizo lo posible para cerrarlo". Incluso lo recomendó en Nervión: "También di informes positivos al Sevilla".

"Tiene un gran potencial físico y técnico y cada día es mejor tácticamente. No me sorprende el nivel que ofreció ante el Barcelona", reconoce Jiménez a ED, donde asegura que el griego "lo merece porque trabajo mucho". Manolas, cuyo valor de mercado actual es de 35 millones (según Transfermarkt), se comprometió con el Olympiacos, donde jugó hasta que en la 14/15 fue adquirido por la Roma, a cambio de 13 millones de euros, y reemplazado en el club del Pireo, curiosamente, por otro exsevillista, Alberto Botía.

El pasado martes, el jugador formado por Jiménez se convirtió en el héroe de Monchi. Las cosas del fútbol. "Mi aportación es la de ayudarlos a crecer, pero fue él quien aceptó mis exigencias para progresar. Era lo que veis: rápido, muy bueno en el juego aéreo, valiente... Había que pulirle, darle confianza y la posibilidad de crecer. Desgraciadamente, hay muchos jugadores que se pierden por valentía a la hora de tener oportunidades", apostilla Jiménez, quien recuerda que "el día a día con Manolas era una anécdota".

"Me encantaba su autoconfianza y descaro, eso lo hacía especial. Me tenía que enfadar y exigirle muchas veces por su carácter bueno y abierto, es un gran chico", recuerda el arahalense, quien está muy orgulloso de ver cómo su trabajo tiene luego sus frutos: "Me gusta la formación en el fútbol y los jugadores que quieren progresar. Cada joven es distinto y no se puede tratar a todos de la misma forma. He tenido jugadores de todo tipo en tantos años de fútbol y formación. Pero todo se compensa viendo triunfar a tantos jugadores jóvenes que empezaron conmigo. En la Roma, por ejemplo, están juntos Fazio, Perotti, Manolas... Eso compensa".
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