El sevillista Wissan Ben Yedder vive en el 'Día de la Marmota'. Siempre en el mismo bucle: juega, marca, incomprensiblemente desaparece de los planes de su entrenador, la gente lamenta la falta de gol del equipo, vuelve a jugar, marca, desaparece... Y vuelta a empezar. Parece ser el único '9' del mundo al que tener un buen olfato de gol no le garantiza tener protagonismo.
No jugaba desde el 14 de abril. Ni un minuto en la final de Copa, tampoco en Liga ante el Levante y la Real. Anoche sale de inicio otra vez y lo agradece metiendo el 1-0 e iniciando la acción del 2-0. Ya lleva 20 tantos esta temporada, empata con Muriel como 'pichichi' liguero con siete dianas, a las que añade tres en la Copa del Rey y 10 en la Champions, competición en la que ya es el máximo realizador de la historia de la entidad.
Además, necesita muy poco para ver portería. Ayer, sólo le hicieron falta un control para bajar el cabezazo de Muriel ante Vallejo, un par de toques cortos y rápidos para perfilarse mientras metía el cuerpo para que no llegase Sergio Ramos y un disparo suave entre las piernas de un Casilla al que pilló a media salida. Pues todo eso no le vale para ser titular en el Sevilla.
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