Tenía ayer el
Sevilla FC ante sí un partido trampa, uno de esos en los que hay más que perder que ganar. Y es que la entidad del rival, un Újpest que se mostró muy pobre en el
Ramón Sánchez Pizjuán, llamaba a mantener la tensión competitiva como fuese, algo que consiguió un
Pablo Machín que ha caído de pie sobre el césped del feudo nervionense.
De este modo, el técnico soriano
rompió la mala racha sevillista en los primeros partidos oficiales del último lustro, tal y como recordó @LaLigaenDirecto. En la 2014/2015, se empató a un tanto contra el Valencia, mientras que en la 2015/2015 se perdió 0-3 ante el Atlético y el curso siguiente también hizo lo propio contra el el Barcelona (0-2). La campaña pasada, contra el Espanyol en casa, los pericos se llevaron un empate a uno.
De este modo, con la victoria ante los húngaros, este nuevo Sevilla en construcción ha dejado atrás su primer maleficio. Pero hay más. Y es que el ex del Girona ha empezado con
récord su nueva etapa en el sur de España.
Machín se ha convertido en el primer entrenador blanquirrojo de los últimos 75 años que debuta saliendo victorioso por una
diferencia de cuatro goles a favor, algo que hiciera O'Connell en el ya lejano 1942 cuando tumbaron al Zaragoza por 6-0.
Otro dato positivo más de un Sevilla que, incluso teniendo el 63% de la posesión del cuero, fue más vehemente que su rival, cometiendo 13 faltas por las 10 que hicieron los húngaros.
Tensión e intensidad de un
Machín que ya está dejando su impronta como preparador nervionense.