Sevilla FC 5-1 Standard: El pentacampeón regresa a lo grande

Sevilla FC 5-1 Standard: El pentacampeón regresa a lo grande
Franco Vázquez marcó un golazo y fue uno de los mejores del Sevilla FC. - F. Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 7 min lectura
El pentacampeón ha vuelto a su torneo. Europa es su territorio. Y hasta en un día discreto, sin brillo en el juego, el Sevilla fue capaz de triturar a un animoso rival que metió miedo pero acabó goleado. Los pitos de Nervión se transformaron en alegría y Machín gana tiempo. Había que ganar sí o sí y se ganó. Misión cumplida y a lo grande.
Tras el varapalo y la paupérrima imagen del último encuentro, era poco menos que obligatorio sacudir el once. Y el técnico soriano lo hizo con hasta seis cambios con respecto al domingo pasado. Prescindió de señalados como Gnagnon, Aleix o Roque Mesa y renovó por completo su ataque. Era su forma de buscar soluciones. Pero en la práctica, Machín parece hombre de ideas fijas, sin renunciar ni a su esquema ni a su estilo, como quedó demostrado transcurridos apenas unos segundos, con el primer balón largo que buscaba la carrera de Navas.

Una idea que, mejor o peor, debe venir acompañada en cualquier caso de mayor acierto en la salida y seguridad atrás, algo de lo que carece este Sevilla. Lo refrendó Amadou en el minuto uno, con un regalo a Carcela que el propio mediocentro pudo evitar antes de que el susto se convirtiese en tragedia, ganándose eso sí una amarilla que no fue en realidad ni falta.

El francés volvería a ser protagonista a los diez minutos por una mala caída que le obligó a ser sustituido. No hay suerte en este aspecto. Pero hasta entonces, la noticia estaba en el buen arranque sevillista, premiado con el rápido gol de Banega, que en su segundo intento de falta directa, superaba la barrera y enviaba con sutileza el balón al fondo de las mallas.

Corría el minuto 8 y al Sevilla se le percibían ganas por agradar y redimirse ante su gente, con una salida más eléctrica por los costados. Así, rozaron el segundo los nervionenses mediado el primer acto con un disparo lejano de Roque Mesa, sustituto de Amadou, que se fue rozando el palo, o una volea del Mudo tras un córner que Ochoa atajó en dos tiempos. Pero quitando los diez primeros minutos, no eran estas últimas acciones fruto del dominio sevillista. Al contrario, quedaba patente una vez más el tremendo sufrimiento que cada pérdida de balón genera en la endeble zaga blanquirroja.

El Standard, a priori varios escalones por debajo, rondaba los dominios de Vaclik y acumulaba un córner tras otro ante un Sevilla que ni defendía con orden ni atacaba con criterio. La consecuencia lógica, sin hacer nada del otro mundo, era el empate del conjunto belga. Kjaer se dormía en la marca tras el enésimo saque de esquina y Djenepo remachaba solo en boca de gol.

No hubo tiempo, sin embargo, para que los nervios se tradujeran en música de viento en la grada. El Mudo destapó el tarro de las esencias y sólo dos minutos después ponía a su equipo por delante con un zurdazo desde la frontal imposible para Ochoa.

El gol permitía respirar de alivio a Machín y los suyos. Pero el juego sigue dejando mucho que desear. Al menos, esta vez apareció la efectividad que decanta los partidos. Y ese arma tan potente propició una insospechada goleada.
Así, nada más salir de la caseta, el Sevilla ponía más tierra de por medio en su primera llegada. Arana por fin se animaba y metía un buen centro que Ben Yedder, que había bajado a recibir para generar la jugada, remachaba en boca de gol. Y es que, efectivamente, el francés no es alto, ni lo cabecea todo, ni protege el balón de espaldas... pero tiene gol. Y eso es lo más caro en el fútbol.

Volvió a demostrarlo en el 70’, al picar el balón y definir con calidad ante Ochoa tras presión y robo de Banega, que sólo tres minutos después hacía el quinto de penalti, cometido sobre el Mudo Vázquez tras otra presión alta, esta vez de Jesús Navas en banda.

Todo el mundo quería sumarse a la fiesta e incluso pudo llegar el sexto, con acciones de Promes, Sarabia o Nolito, que volvió a fallar otro gol clarísimo. Esta vez sólo fue una anécdota. El Sevilla curaba sus heridas con la mejor medicina y el Pizjuán disfrutaba. El pentacampeón ha vuelto.

- Ficha técnica:

5 - Sevilla:
Vaclik; Carriço, Kjaer, Sergi Gómez; Jesús Navas (Navas, m.80), Amadou (Roque Mesa, m.15), Banega, Arana; Franco Vázquez (Sarabia, m.75), Ben Yedder y Promes.

1 - Standard de Lieja: Ochoa; Cavanda, Luyindama, Laifis, Fai; Vanheusden; Cimirot, Djenepo (Lestienne, m.62), Marin, Orlando Sá (Emond, m.62); Carcela-González (Agbo, m.78).

Goles: 1-0, M.8: Banega. 1-1, M.39: Djenepo. 2-1, M.41: Franco Vázquez. 3-1, M.49: Ben Yedder. 4-1, M.70: Ben Yedder. 5-1, M.74: Banega, de penalti.

Árbitro: Gediminas Mazeika (Lituania). Amonestó a los locales Amadou (m.1), Roque Mesa (m.32) y Kjaer (m.38), y a los visitantes Carcela (m.59) y Vanheusden (m.73).

Incidencias: Partido de la primera jornada del Grupo J de la Liga Europa disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante 30.003 espectadores, entre ellos unos 300 aficionados belgas. Césped en perfecto estado.
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