Trampolín a la cima entre parón y parón para el Sevilla

Trampolín a la cima entre parón y parón para el Sevilla
- Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 3 min lectura
Ha sido como si el Sevilla hubiera pasado por un programa donde someten de manera exprés a cambios integrales para mejorar la imagen y dejar atrás las imperfecciones que le impedían creer en sí mismo. Porque el actual Sevilla dista un abismo del que afrontó el primer parón de la temporada, inmerso en dudas y ya sacudido por las críticas tras encadenar dos partidos sin ver portería y perder el derbi ante el Betis en el Benito Villamarín.

Aquella derrota en la tercera jornada propició quince días de inquietud, de sabor amargo en un sevillismo descontento con Machín por el planteamiento en el duelo cainita y que consideraba que la planificación había sido deficiente. Preocupación que alcanzó una nueva dimensión con la derrota a la vuelta del paréntesis ante el Getafe con un nuevo paso atrás en las sensaciones para firmar una sequía anotadora que se prolongaba ya a cerca de 300 minutos. Cuatro jornadas, tres sin marcar y sólo cuatro puntos en el casillero. Situación que en un contexto tan exigente estaba al límite de la sostenibilidad, pero entonces el debut en la Fase de Grupos de la Europa League lo cambió todo. Goleada al Standard y exhibición de Ben Yedder para que en Liga se atreviera por fin Machín a juntarle en punta con André Silva. Ahí fue cuando los nervionenses se subieron a la lanzadera para enlazar tres goleadas consecutivas y cuatro victorias en el torneo liguero que lo han catapultado al liderato de Primera división.

Se marchó al otro parón a cinco puntos de Madrid y Barça y en la cuarta se quedó a ocho de los azulgranas, por lo que la vuelta que le ha dado a la clasificación ha sido espectacular, sumando en cuatro choques nueve unidades más que los de Valverde y cinco más que los de Lopetegui. Con relación al Atlético, sólo dos puntos más, ya que los colchoneros también han ido de menos a más.

La escalada empezó desde la duodécima plaza en el Ciudad de Valencia, donde desató la pólvora con un 2-6, para luego avasallar al Real Madrid en Nervión con un 3-0 que se antoja corto para las ocasiones de las que dispuso. Después prosiguió con su lección de efectividad en Ipurua para ganar 1-3 al Eibar, culminando el ascenso al pico de la clasificación contra el Celta. En total, 14 goles en cuatro choques para acumular 18, un trampolín hacia lo más alto.
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