Muy al contrario que en el anterior parón, cuando las críticas arreciaban por la derrota en el derbi, el
Sevilla disfruta en este nuevo receso liguero de un ilusionante liderato propiciado por cuatro victorias consecutivas.
Mucho ha tenido que ver en esta gran racha la decisión de
Pablo Machín de cambiar su sistema para a jugar con dos puntas, juntando además en el centro a un trío de jugones, sin un pivote puramente defensivo. El once tipo está muy claro y cualquier sevillista lo puede recitar de carrerilla. De hecho, cuando buscó el necesario refresco con las rotaciones que la plaga de bajas le permitía, el equipo se resintió notablemente y cayó ante el
Krasnodar en la
Europa League.
Por eso, al técnico soriano se le presenta un dilema de cara al choque que los suyos afrontarán el sábado 20 en el
Camp Nou ante un
Barça que suma un punto menos, con el liderato por tanto en juego. Si ante el
Celta ya pudo contar con
Aleix Vidal, aunque al final no le dio minutos, tras este nuevo parón ya estarán a sus órdenes
Gaby Mercado, recuperado de la fractura de cúbito que sufrió en el derbi, después de que los médicos lo frenaran semanas atrás, y
Sergio Escudero, listo para volver también con una sujeción en su codo tras la luxación que se produjo ante el
Villarreal. Dos titulares que deben aliviar a una zaga cargada de minutos, aunque
Machín bien podría apostar por no tocar lo que funciona para tan importante cita.
Además, en ausencia de ambos, y tras apostar primero por
Gnagnon, ante el
Getafe, el soriano ha visto cómo
Carriço recuperaba su mejor versión, casi olvidada por las lesiones, mientras que
Arana también ha elevado su nivel y se ha asentado en el carril izquierdo, por lo que ambos podrían seguir en el once.