El gol lo es todo en el fútbol. Cualquier
problema o
carencia queda diluido si hay
dinamita arriba. Y el
Sevilla de
Machín, por ahora, disfruta de una
gran pegada, si bien es cierto que esa
pólvora se ha ido
secando en los últimos encuentros.
Tras caer ante el
Getafe en casa, el soriano cambió
su dibujo para apostar por
dos delanteros de inicio. Y el resultado no pudo ser mejor.
Cinco goles al
Standard de Lieja en casa,
seis al
Levante a domicilio, otros
tres al
Real Madrid,
tres al
Eibar... Así, hasta firmar
30 dianas en 9 partidos, ya que también se vio puerta en los encuentros frente a
Krasnodar,
Celta,
Barcelona,
Akhisar, que se llevó otros seis, y
Huesca.
La media, espectacular, fue de
3,3 tantos por choque en ese periodo. Pero desde que la
‘segunda unidad’ se quedó a cero en la
ida de la Copa ante el Villanovense, los de Machín sólo han firmado
ocho tantos en los últimos ocho encuentros (uno por partido), quedándose también sin mojar ante
Real Sociedad y
Standard. Y con ello, se ha elevado el
sufrimiento, excesivo para apear a un
Segunda B en la
Copa, aunque de momento da para
seguir arriba en LaLiga, pese a lo ajustado de las victorias ante
Espanyol y
Valladolid y no poder pasar del
empate ante el
Alavés.
Llama la atención, en cualquier caso, que
desde al menos la temporada 13/14 no haya habido un equipo que haya
rematado más veces que el Sevilla en Copa, calcando ante el Villanovense los
31 remates que ya protagonizó frente al
Formentera en
2016, según @OptaJose. Una
pérdida de puntería que no evitó sumar el
octavo triunfo seguido en casa, pleno desde aquella derrota ante el Getafe.