Wöber: Un espejo en casa

Wöber: Un espejo en casa
Max Wöber, el segundo austriaco en la historia sevillista, protagonizó un esperanzador debut el sábado. - F. M.
Fernando MateosFernando Mateos 2 min lectura
Su estreno no pudo ser más halagüeño. Apenas diez días después de ponerse a las órdenes de Pablo Machín, casi sin tiempo para aclimatarse al equipo y al sistema, Max Wöber partió como titular ante el Levante, el pasado sábado, y cumplió con nota. Contundente y concentrado en labores defensivas, también mostró un elevado porcentaje de acierto en el pase e incluso se animó a sumarse al ataque, rompiendo líneas con una larga conducción para acabar rozando el gol con un ajustado chut.

Dicha acción propició que el joven defensor procedente del Ajax, de sólo 20 años, recibiera su primera gran ovación por parte de una afición que hace tres décadas vivió la llegada del primer austriaco de la historia sevillista, quien dejaría una profunda huella a la postre.

Toni Polster jugó tres temporadas con la casaca blanquirroja, en las que disputó 102 partidos y anotó 55 goles, llegando a un total de 83 dianas en su paso por España tras militar también en Logroñés y Rayo. Sin duda, el austriaco con mejores números en nuestro país, donde no ha habido muchos futbolistas de dicha nacionalidad, por encima del ex barcelonista Johann Krankl, que fue Pichichi en la 78/79 e hizo un total de 34 goles en 46 partidos.

Wöber, de hecho, es sólo el decimoséptimo austriaco en jugar en Primera, y el tercero en debutar en este siglo, tras Ivanschitz, que jugó dos cursos en el Levante, y el ex madridista Kovacic, croata pero nacido en Austria. No hay muchos más conocidos. El ex colchonero Rodax, Kühbauer, ex de la Real, Kurt Jara, que militó en el Valencia, o el ex meta del Zaragoza, Konrad. Pero el referente de Wöber está claro. También fue sevillista y el mejor austriaco que ha visto LaLiga.