Óliver Torres, el niño predestinado

Asus 24 años, Óliver Torres aún recuerda a ese niño que con sólo 17 debutaba en Primera división con la zamarra del Atlético de Madrid en el Ciudad de Valencia. Era el 20 de agosto de 2012, poco después de proclamarse campeón de Europa sub 19 a las órdenes de Lopetegui. Y es que, desde muy joven, el extremeño siempre fue considerado una de las mayores promesas del fútbol nacional. Que Adidas le firmase un contrato con sólo 15 años lo dice todo.
Pero nada fue sencillo para el menudo centrocampista hasta llegar a la elite. Aunque, desde antes de nacer, parecía predestinado a ser futbolista. Y es que, debe su nombre al célebre Óliver Atom, jugador de regates y acrobacias imposibles que atravesaba como nadie esos kilométricos campos de fútbol con los que creció toda una generación de niños, pegados a un televisor para ver la serie 'Campeones'. El nombre se lo puso su hermano mayor, Alfonso, y le vino como anillo al dedo: un futbolista de dibujos animados.
Tras despuntar en su pueblo, Navalmoral de la Mata, en la Asociación San Andrés y en la Escuela Morala, sus padres lo llevaron a Barcelona, a un campus a la Fundación Marcet, con apenas 12 años, y sólo uno después, superaba las pruebas en el Atlético y entraba en la cantera colchonera, donde quemó etapas a velocidad de vértigo, siendo un habitual a su vez en las categorías inferiores de la selección. Y eso que su menudo físico generó al principio alguna duda, siendo estudiado su caso incluso por un endocrino.
Con el balón en los pies, eso sí, Óliver convencía a todos. Y desde hace años, también a Monchi, quien cree que se encuentra en plena madurez tras jugar cerca de 150 partidos en el Oporto en las tres últimas temporadas.
"Es un jugador al que no voy a descubrir. Es joven, con 24 años y con margen de crecimiento. Y además se adapta muy bien a lo que buscaba Julen, de '8' o de '10', por delante del pivote, en el 4-3-3. Es un jugador con calidad, con último pase, con buen manejo del balón, que ha crecido mucho físicamente, que protege cada vez mejor el balón, que va a la recuperación tras la pérdida... Así pues, miel sobre hojuelas", explicó el de San Fernando en Onda Cero, donde aclaró que el técnico no fue el que puso sobre la mesa el nombre del moralo, aunque lo conoce de sobra de su paso por la sub 19, la sub 21 y el Oporto, donde sacó lo mejor de él. "Lo de petición expresa de Lopetegui... La forma de trabajar de nuestra dirección deportiva no es esa. Nosotros trabajamos con perfiles. Nos los da el técnico y nosotros le damos un abanico de nombres. Y algunos, porque los conoce o los ha entrenado, pues le encajan, y para nosotros, que nos gusta, para qué complicarnos la vida. Pero él no me dijo en ningún momento 'oye, vamos a fichar a Óliver Torres'".
"Ahora, trabajo y esfuerzo". Así se ha expresado en las redes sociales el propio Óliver Torres, el niño predestinado.
Pero nada fue sencillo para el menudo centrocampista hasta llegar a la elite. Aunque, desde antes de nacer, parecía predestinado a ser futbolista. Y es que, debe su nombre al célebre Óliver Atom, jugador de regates y acrobacias imposibles que atravesaba como nadie esos kilométricos campos de fútbol con los que creció toda una generación de niños, pegados a un televisor para ver la serie 'Campeones'. El nombre se lo puso su hermano mayor, Alfonso, y le vino como anillo al dedo: un futbolista de dibujos animados.
Tras despuntar en su pueblo, Navalmoral de la Mata, en la Asociación San Andrés y en la Escuela Morala, sus padres lo llevaron a Barcelona, a un campus a la Fundación Marcet, con apenas 12 años, y sólo uno después, superaba las pruebas en el Atlético y entraba en la cantera colchonera, donde quemó etapas a velocidad de vértigo, siendo un habitual a su vez en las categorías inferiores de la selección. Y eso que su menudo físico generó al principio alguna duda, siendo estudiado su caso incluso por un endocrino.
Con el balón en los pies, eso sí, Óliver convencía a todos. Y desde hace años, también a Monchi, quien cree que se encuentra en plena madurez tras jugar cerca de 150 partidos en el Oporto en las tres últimas temporadas.
"Es un jugador al que no voy a descubrir. Es joven, con 24 años y con margen de crecimiento. Y además se adapta muy bien a lo que buscaba Julen, de '8' o de '10', por delante del pivote, en el 4-3-3. Es un jugador con calidad, con último pase, con buen manejo del balón, que ha crecido mucho físicamente, que protege cada vez mejor el balón, que va a la recuperación tras la pérdida... Así pues, miel sobre hojuelas", explicó el de San Fernando en Onda Cero, donde aclaró que el técnico no fue el que puso sobre la mesa el nombre del moralo, aunque lo conoce de sobra de su paso por la sub 19, la sub 21 y el Oporto, donde sacó lo mejor de él. "Lo de petición expresa de Lopetegui... La forma de trabajar de nuestra dirección deportiva no es esa. Nosotros trabajamos con perfiles. Nos los da el técnico y nosotros le damos un abanico de nombres. Y algunos, porque los conoce o los ha entrenado, pues le encajan, y para nosotros, que nos gusta, para qué complicarnos la vida. Pero él no me dijo en ningún momento 'oye, vamos a fichar a Óliver Torres'".
"Ahora, trabajo y esfuerzo". Así se ha expresado en las redes sociales el propio Óliver Torres, el niño predestinado.