Simon Kjaer no tiene sitio en el Sevilla. Además, el internacional danés posee una ficha importante, de ahí la necesidad de la entidad hispalense de encontrarle acomodo. Pero no está siendo fácil. La idea de
Monchi es lograr un traspaso que compense en parte los
13,1 millones pagados por él hace dos veranos. Sin embargo, a sus 30 años, la inversión en traspaso más salario es difícil de
amortizar salvo para clubes con un elevado poder económico.
Dado que de la Premier, un mercado en el que se esperaba que tuviera predicamento, no ha llegado ningún movimiento hasta la fecha, las miradas se giran ahora hacia
Turquía, y más concretamente hacia el Fenerbahçe, club desde el que llegó
Kjaer y con el que guarda una buena relación. De hecho suele viajar a Estambul con frecuencia junto a su familia. Pero tampoco tiene intención el equipo aurinegro de acometer un traspaso por el central. Creen que el Sevilla no encontrará un comprador para el futbolista nórdico y que acabará aceptando una cesión con la que al menos dejar de pagar su importante ficha.
Y en esas anda el equipo otomano, dejando que el reloj juegue a su favor en una táctica de desgaste que otros, como el
Celta con Nolito, también están utilizando conscientes de que el Sevilla necesita desprenderse de futbolistas con salarios importantes.
No hay que olvidar que
Kjaer tenía una ficha que, con bonus, se acercaba a los 3 millones netos por temporada en Turquía. La que posee en Nervión no alcanza esas cantidades, aunque en términos brutos sí que es superior, ya que en la
Superliga apenas se pagan impuestos.
En Nervión, la cesión se ve como un mal menor, aunque la idea sigue siendo lograr un traspaso definitivo. Por su parte, el futbolista es plenamente consciente de su situación en la entidad y, aunque trabaja de manera muy profesional desde su incorporación, sabe que sus días en el
Sevilla están contados.
Enrique García3 min lectura