El 0-3 de
Óliver Torres ante el Qarabag, en la primera jornada de la Fase de Grupos de la Europa League, fue un auténtico espectáculo, aunque no sólo por la acrobática forma de rematar del de Navalmoral de la Mata, quien realizó una tijera para mandar a la red la dejada del 'Mudo' Vázquez.
Pese a que la repeticiones sólo ofrecieron el tanto desde el centro de
Alejandro Pozo, desde la derecha, la jugada del tanto fue de un nivel muy alto, ya que hubo
hasta 37 pases en la misma jugada y
los 11 jugadores del equipo, incluido Vaclík, participaron en la misma, con al menos un toque.
El gol se gestó a partir de una falta en campo rival, pero los hombres de Julen Lopetegui
retrasaron el cuero hasta el meta checo para hacer salir al cuadro azerbaiyano y, tras tocar primero de derecha a izquierda, el balón acabó de nuevo en la banda por la que Pozo logró alcanzar la línea de fondo para centrar al segundo palo, donde Franco Vázquez la dejó atrás de manera acertada para que Óliver diese, con su tijera, aún más brillo a una acción espectacular cuya creación, entre todos miembros del equipo,
pasó desapercibida.
"¿El gol?
La verdad que no sé cómo ha salido, pero es de esas veces que ha entrado", dijo el ex del Oporto tras el encuentro, aunque se refería al remate. Seguramente, ni él se habría percatado de que en la jugada habían participado todos sus compañeros.
Carlos Pérez2 min lectura