Mago, poeta, señor de la medular, hombre del partido. Los adjetivos y las expresiones abundan, en estas horas, para celebrar
el partidazo de Luis Alberto Romero contra el Milan y su gran comienzo de temporada, en general. Un auténtico recital que confirma una vez más que la 19/20 le entregó de nuevo al fútbol
una de sus estrellas más radiantes tras
un año complicado y poco constante.
Con
la maravillosa asistencia ofrecida al Tucu Correa para el gol del 2-1 final,
ya son siete los pases decisivos del de San José del Valle en este campeonato. Sin olvidar el tanto metido por él mismo ante la Roma en la segunda jornada. Si
Ciro Immobile es el actual Pichichi de la Serie A, con
13 dianas, Luis Alberto es así el máximo 'assist-man' y por eso también
la luz de una Lazio que piensa en grande: cuarta en la clasificación, junto con Atalanta y Cagliari.
Lo fue sin algún tipo de miedo en la prestigiosa 'Scala del Calcio', donde
sus piernas nunca temblaron, regalando espectáculo por 90 minutos. Siempre con
la cabeza bien alta, a imaginarse
pasillos que solo los (pocos) futbolistas con su talento pueden ver. En la posición de mediocentro, o incluso más avanzado, por detrás del delantero, en el clásico
1-3-5-2 de Simone Inzaghi.
Ninguna sorpresa hasta aquí, pero
la novedad viene ahora: durante la histórica victoria de los 'biancocelesti' contra el Milan de este domingo (la Lazio no ganaba en San Siro desde hace 30 años),
Luis Alberto fue ojeado por un emisario del Sevilla FC.
El club de su corazón, al que prometió amor cada vez que dio una entrevista. Porque un día, eso es cierto, el canterano regresará a Nervión con la camiseta blanquirroja bien puesta encima.
Falta solo saber cuándo: quizás no en enero, ojalá en junio.
El 'Mago Luis' es toda una estrella y su querido Sevilla está listo para volver a la carga.
¿Su coste? Al menos 30 millones de euros.
Una inversión barata, si consideramos los trucos que sabe hacer en el césped.
Giacomo Iacobellis3 min lectura