La culpa, de todos menos de Vaclik

La culpa, de todos menos de Vaclik
Vaclik observa con frustración cómo el tiro de Pione Sisto en el 93' se cuela en la portería del Sevilla. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 4 min lectura
El Sevilla ha pasado en dos semanas de ser el tercero en la clasificación liguera a comenzar cuarto la pasada jornada 23, en la que cedió ante el Atlético de Madrid tras perder en Balaídos ante un Celta que llevaba ocho jornadas seguidas sin conocer el triunfo. Con la derrota en Vigo el cuadro nervionense encadenó su tercer encuentro seguido sin ganar, contando con la eliminación copera ante el Mirandés. Sólo en lo que respecta a LaLiga, en los cinco partidos de 2020, el Sevilla sólo ha sumado cinco de los últimos 15 puntos en juego; por lo que no sorprende que haya caído hasta el quinto puesto.

En la lógica búsqueda de algún motivo que explique por qué a Julen Lopetegui se le ha caído un equipo tan compacto, muchos son los que miran a la portería y a las últimas actuaciones de Tomas Vaclik, quien no tuvo una buena tarde en Vigo; pues a su error sin consecuencias en los primeros minutos -dejó un balón muerto en el área tras fallido intento de pase-, unió las fotos del 1-1, en el que Aspas sorteó su salida con aparente facilidad, y del 2-1, cuando no pudo hacer nada en el disparo cruzado de Pione Sisto, que culminó una jugada que había nacido de un mal despeje del meta checo.

Sin embargo, las estadísticas le redimen de remordimientos de conciencia, pues revelan que fue capaz de detener cinco de los siete tiros a puerta del Celta. Es más, incluso se puede decir que, últimamente, Vaclik para más que nunca; sin ser, ni mucho menos, uno de los que más atajadas han realizado en lo que va de campeonato. El sevillista, de hecho, aparece en una discreta decimoquinta posición en una clasificación con los porteros que más intervienen; a pesar de ser uno de los ocho jugadores que han disputado un pleno de los minutos esta liga.

En total, Vaclik ha dejado a cero su portería en nueve partidos y suma 46 paradas en 69 tiros (un 66,6 por ciento de acierto) en estas 23 jornadas; es decir, a una media de dos por encuentro.

La conclusión hasta hace nada era que paraba poco porque le disparan poco; pues a pesar de su exigua cifra de intervenciones, es el tercer meta menos goleado con 23 tantos (uno por encuentro); sólo por detrás del getafense David Soria (0,87) y del atlético Jan Oblak (0,65).

Y, si en la mala racha sevillista, el internacional checo mantiene su media de paradas pero ha subido ligeramente su media de goles encajados, está claro que es porque sus defensas, ahora, conceden más tiros del rival que antes. Para ser concretos, Vaclik ha detenido 10 disparos de los últimos 16 (el 62,5%): con 5/7 ante el Celta, 2/3 en el empate con el Alavés, 1/1 en la victoria ante el Granada, 2/4 en la polémica derrota ante el Madrid y 0/1 en las tablas con el Athletic.

Es decir, la culpa no es de Vaclik.