Más allá de lo puramente futbolístico, habiéndose visto paralizadas las competiciones tanto a nivel nacional como europeo y suspendida 'sine die' cualquier actividad deportiva, en Nervión también se han visto
sacudidos de manera directa por la pandemia del Covid-19 en otros aspectos.
Por ejemplo, en lo referente a la remodelación del estadio
Ramón Sánchez-Pizjuán y las obras de la
ciudad deportiva. El endurecimiento del Estado de Alarma durante estas dos últimas semanas ha impuesto un control aún más restrictivo del trabajo en suelo español, lo que
ha frenado en seco la evolución de las obras de mejora del estadio nervionense. Un inconveniente que juega en contra de los tiempos blanquirrojos, pues el feudo sevillista debería acoger el miércoles 26 de mayo de 2021
la final de la Europa League de la próxima temporada.
El parón, más o menos largo según evolucione la actual coyuntura, va a resentir los tiempos de ejecución de la obra en Nervión, donde, por otro lado, ya comienzan a temer por su final. Entre otras cosas, porque
no acaba de estar nada claro qué va a ocurrir con la actual temporada, ni cómo ni dónde se van a finalizar, de ser posible, las competiciones europeas.
Una de las opciones que se baraja es que los títulos de Champions y Europa League se acaben otorgando en
una 'Final four' a partido único en un destino aislado, lo que podría llevar a que la sede de este año, la localidad polaca de Gdansk, quedara relegada para el curso próximo y, con ello, también la final del Sánchez-Pizjuán. Especulaciones, en cualquier caso, a día de hoy.
Alejandro Sáez2 min lectura