El
Sevilla FC, aparte de la visita al Córdoba de este miércoles, tiene el sábado otro duelo complicado ante el
Villarreal. Pero tanto uno como el otro estarán más pendientes de lo que viene luego. El Sevilla visita Salzburgo con la necesidad de ganar para seguir vivo en la
Champions; y el conjunto amarillo viaja hasta el norte de Italia, donde le vale con empatar para mantenerse en la competición.
En el caso del Sevilla, llegar a octavos en la Champions era uno de sus objetivos de este año y
priorizará ese encuentro ante el Salzburgo a cualquier otro.
A su favor tendrá que se va a encontrar un
Red Bull Arena vacío por el confinamiento decretado en Austria por culpa de la pandemia y a un equipo que ha flojeado en las últimas semanas y que llega de perder ante el Wolfsburgo y el Lille, lo que le ha complicado su clasificación para octavos de final.
Y a eso se añade el mazazo recibido este fin de semana, en el que ha perdido a su baluarte en defensa. Se trata del futbolista que mejor conoce al Sevilla, el exnervionense
Maximilian Wöber, que sufría una rotura de fibras en el calentamiento del último partido liguero y no volverá a jugar hasta 2022.
El central austriaco llevaba ya 20 partidos y más de 1600 minutos en lo que llevamos de temporada. El ex del Ajax es una
pieza fundamental para Matthias Jaissle, que tendrá que modificar su defensa para enfrentarse al conjunto sevillista.
Este fin de semana, ante el SK Austria Klagenfurt, con el que el RB Salzburgo perdió por 2-1, el centro de la defensa lo formaron el polaco
Piatkowski y e joven francés
Solet. Entre los dos no suman 1000 minutos en lo que llevamos de temporada y sólo han jugado un partido de Champions. Uno de ellos deberá acompañar al camerunés
Onguéné frente a Sevilla FC.