Carlos Alcaraz recibe un aviso claro

Carlos Alcaraz es uno de los mejores jugadores del mundo y lo demuestra cada vez que sale a la pista. Pese a perder el pasado domingo ante Jannik Sinner en la gran final de Wimbledon, la realidad es que está al nivel del italiano y ambos son las dos referencias actuales del deporte de la raqueta. Sin embargo, el murciano siempre ha tenido una vida convulsa en la que se le ha acusado en exceso por su estilo de vida. Él es una persona que necesita desconectar y de vez en cuando alejarse del tenis, ya sea con su familia o amigos, y eso le ha generado polémicas innecesarias.

Por eso mismo este ha sido un interesante tema de discusión en el circuito, y sobre él se han pronunciado muchos nombres, el último en hacerlo ha sido uno de sus mayores rivales, Alexander Zverev. El número 3 del mundo, otro jugador talentoso pero polémico, le ha dado las claves para mantenerse siempre en el buen camino y querido por todos: "Carlos es un gran tipo. Es un placer estar con él y siempre tiene una sonrisa en la cara. Si logra evitar cualquier controversia, será muy querido por los aficionados al tenis".

Hasta ahora, más allá de las polémicas por las fiestas o por su documental de Netflix, que mostraba una cara diferente de Carlitos, siempre ha sabido captar el interés del público y gracias a su carisma natural y a su buen hacer con los aficionados, ha conseguido ser siempre el favorito del público. Por eso mismo allá donde va siempre acaba siendo apoyado, incluso en pistas donde históricamente los españoles no han caído bien, o aunque se enfrente a jugadores locales.

Lo sufrió en sus carnes

Zverev ha vivido muy de cerca lo que es estar encima por completo por las polémicas, ya que tuvo una dura batalla en los tribunales que casi le cuesta su carrera. El motivo fue que dos de sus ex parejas le denunciaron por violencia de género, en un caso que generó mucha controversia, pero del que salió libre, aunque eso sí, en circunstancias extrañas, pues tuvo que pagarle a la madre de su único hijo una multa de 200.000 euros para acabar con dicho proceso. Aunque eso sí, demostró su inocencia y en ello se basa para esquivar el tema ahora. "Soy inocente, de otra manera no se hubiera archivado el caso, no quiero volver a ser preguntado por esto".