La espina clavada de Carlos Alcaraz
El murciano, recién coronado en Nueva York, apunta al único grande que le falta para redondear su palmarés

Carlos Alcaraz no baja el ritmo. Apenas unas horas después de levantar su segundo trofeo del US Open y recuperar el número uno del mundo, el murciano ya tiene marcado su próximo objetivo en el calendario: el Abierto de Australia. “Tengo Australia en el punto de mira”, confesó el español con una sonrisa, mientras sostenía la copa en el estadio Arthur Ashe.
El triunfo en Nueva York, tras imponerse en la final a su gran rival Jannik Sinner, fue una prueba más de la madurez competitiva que ha alcanzado con solo 22 años. Alcaraz reconoció que el momento clave del encuentro estuvo en el inicio del tercer set, cuando encadenó un parcial de 5-0 después de haber cedido el segundo. “Aproveché la oportunidad y eso me dio un subidón de confianza. Jannik entró en un bajón y nosotros lo aprovechamos”, explicó el tenista, que sigue acumulando noches históricas en la pista más grande del mundo.

Australia, el gran vacío en su vitrina
El español suma ya seis grandes en su palmarés: dos Roland Garros, dos Wimbledon y dos US Open. Sin embargo, el Open de Australia se mantiene como la asignatura pendiente. Allí nunca ha logrado levantar el trofeo y es precisamente esa la pieza que falta para completar el círculo. “Me encantaría ganar los cuatro. Es el objetivo principal de cada temporada y por lo que trabajamos tanto en la pretemporada”, insistió Alcaraz.
El reto tiene además un componente simbólico: conquistar Australia significaría lograr el póker de Grand Slam con apenas 22 años, algo reservado a muy pocos elegidos. Y hacerlo en la casa de la pista dura, donde Djokovic ha construido su reinado, supondría un golpe de autoridad definitivo.
Una rivalidad que no se apaga
El gran escollo en su camino se llama Jannik Sinner. El italiano, con un tenis afilado en superficies rápidas, será de nuevo el gran obstáculo en Melbourne. En este 2025, Alcaraz ha inclinado la balanza con triunfos en Roland Garros, Roma, Cincinnati y el propio US Open, cediendo solo en Wimbledon. Aun así, el murciano se muestra cauto: “Él también me ha ganado muchas veces. Ahora estoy en racha, pero llegará un momento en que sea al revés. Lo bonito es que cada partido nos hace mejores a los dos”.
Con Djokovic resistiendo en la cima de los 24 grandes y Sinner convertido en su rival generacional, Alcaraz ya prepara el próximo capítulo de una historia que apenas empieza a escribirse. Y todo pasa por Australia, donde quiere demostrar que su ambición no conoce límites.