Nadal da el aviso a Alcaraz

Rafa Nadal no estará este fin de semana en el Chase Center de San Francisco, ni como jugador ni como espectador, pero su nombre sigue muy presente en la Laver Cup. Retirado desde 2024, el balear mantiene intacto su vínculo con un torneo que ayudó a consolidar y en el que dejó momentos memorables. Uno de ellos ha reaparecido a las puertas de la edición 2025, donde el Team Europe, liderado por Carlos Alcaraz, buscará prolongar su dominio.

El recuerdo al que se aferra el equipo europeo proviene de la primera edición en 2019, celebrada en Ginebra. Allí, Nadal compartió equipo con Roger Federer y un joven Alexander Zverev, además de otros talentos como Stefanos Tsitsipas. En aquel fin de semana de alta tensión, el mallorquín dejó un consejo cargado de humor a su compañero griego durante un descanso de los partidos de dobles, una frase que ahora vuelve a cobrar relevancia. "Si hago así con el puño, no te muevas y si mueves cualquier dedo, te cruzas".

El guiño de Nadal que todavía resuena

“¡No os olvidéis de disfrutar!”, fue la advertencia que Nadal lanzó entonces a Tsitsipas y al resto de compañeros. Más que una instrucción técnica, se trataba de un recordatorio de la importancia de saborear cada instante de un torneo con tanta presión y espectáculo. Ese mensaje, en clave ligera, conecta con la esencia del propio Nadal, un jugador que siempre combinó competitividad feroz con una pasión sincera por el tenis.

Hoy, seis años después, esas palabras llegan a un Team Europe renovado. Alcaraz, número uno del mundo y gran protagonista de la edición de 2024, toma el testigo como líder de un grupo que también cuenta con veteranos como Zverev. El murciano afronta la Laver Cup como referente indiscutible, consciente de que su papel será clave tanto dentro como fuera de la pista.

Alcaraz, llamado a ser el nuevo referente

La edición de 2025 supone un nuevo capítulo en la rivalidad con el Team World, que llega con más armas que nunca para intentar frenar el dominio europeo. En ese contexto, la presencia simbólica de Nadal funciona como un impulso emocional para el conjunto de Björn Borg. No se trata solo de títulos, sino también de heredar una filosofía competitiva que el español encarnó como pocos.

San Francisco será testigo de esa transición natural: Nadal ya no está, pero su huella permanece. Y si hay un jugador llamado a recogerla, ese es Carlos Alcaraz. Entre el recuerdo de 2019 y la ambición de 2025, el Team Europe buscará repetir la gesta con un guiño del pasado y un líder del presente dispuesto a marcar época.