Taylor Fritz se proclama rey en la Laver Cup

Taylor Fritz vale una Laver Cup. O al menos eso se puede sobreentender de este fin de semana en San Francisco, donde el jugador local ha sido el amo y señor de la pista, dando todos los puntos que ha disputado al equipo del resto del mundo. El de San Diego afrontó el reto de liderar la remontada tras un muy mal inicio el viernes y para ello se pudo el mono de trabajo. El reto era mayúsculo, pues frente a él iban a estar los dos mejores de la escuadra rival, Carlos Alcaraz, número 1 del mundo, el sábado; y Sasha Zverev, número 3, el domingo. Consiguiendo en ambos casos el triunfo con mucha solvencia.

Contra Alcaraz dio un golpe sobre la mesa. El murciano venía de conquistar el Masters 1000 de Cincinnati y el US Open en una gira por Estados Unidos perfecta y ahora tenía entre ceja y ceja levantar una nueva Laver Cup, sin embargo, no contaba con el despliegue de su rival, que le arrasó sin contemplaciones. Con un juego solvente y completo apenas necesitó 71 minutos para conseguir la victoria por 6-3 y 6-2. El saque volaba, la derecha pesaba y Alcaraz no fue en ningún momento capaz de igualar su ritmo de bola.

El punto clave

Tras semejante golpe de efecto llegaba el domingo, y tras la victorias europea en el dobles y la individual de Carlos Alcaraz, sumado a la Álex de Miñaur, el partido clave iba a ser el Fritz-Zverev. Si ganaba el 'yankee' la victoria se quedaba en 'casa' y si lo hacía el teutón, había dobles decisivo. Los precedentes estaban de cara para el 5º del mundo, pues había ganado los cinco últimos duelos entre ellos. Y de esa racha se sirvió para poner lograr el sexto triunfo seguido y darle la corona a los de Andre Agassi.

Fritz ganó 6-3 y 7-6 con un nivel de tenis estelar, minando poco a poco la confianza de su rival, al que masacro con el revés cruzado. Así Zverev, el hombre que más puntos ha aportado a Europa en la historia de la competición, cerró una edición deslucida, en la que también perdió contra Alex De Miñaur. Fritz ganó en una hora y 44 minutos, en la que el de Hamburgo luchó hasta el final y fue capaz de remontar una rotura de desventaja en el segundo set para forzar el desempate, antes de rendirse ante el potente tenis de la 5ª raqueta mundial.