El Real Madrid, contra las cuerdas

La derrota del Real Madrid en Múnich (90-84) va a tener consecuencias. La más directa ha sido el paso adelante dado en el fichaje del pívot que supla a un Bruno Fernando que ya podría jugar con el Partizan este viernes y que, a falta de oficialidad, va a ser el ucraniano Alex Len. Pero, también, Scariolo ha dicho basta y el enfado que demostró después de ver cómo un partido más el equipo se le venía abajo va a ser un antes y un después.

El técnico italiano estaba muy enfadado y así se le pudo ver ya en los últimos tiempos muertos que pidió. Y luego lo expresó tanto a pie de pista, como en la rueda de prensa o en sus declaraciones ante los diferentes medios desplazados a Múnich. “Esta no es una manera de ganar fuera de casa“, dejaba claro Scariolo, quien mandaba un claro mensaje a sus jugadores: “Espero que aprendamos de esto".

El domingo, tras vencer al Baxi Manresa, se mostraba orgulloso del paso adelante dado por sus hombres en los tradicionales despistes y desconexiones que le estaban costando los partidos. Y, ante el Bayern, se encontró con que ese problema, lejos de reducirse se había crecentado. "Ellos hicieron una muy buena segunda mitad. Salieron muy agresivos desde el principio. Nosotros no estábamos preparados al inicio del tercer cuarto, con el mismo quinteto que había hecho una gran racha para cerrar el segundo. Una vez más, tuvimos lapsos de concentración que duraron demasiado", advertía el preparado de Brescia.

"Cometimos faltas, pero nuestra defensa en la segunda parte fue realmente pobre. Sinceramente, la defensa en la segunda mitad estuvo muy por debajo del nivel aceptable. Y después nos pusimos nerviosos, fallamos tiros...", añadía el italiano, que no se quedaba ahí a la hora de enumerar los errores que habían llevado a su equipo a perder una ventaja de 16 puntos en muy pocos minutos. “Nuestra circulación de balón fue muy mala intentando encontrar al hombre liberado y también tomando muy malos tiros punteados“, afirmó.

No obstante, lo que más dolió a Sergio Scariolo es que su equipo había cumplido con el guion previsto durante casi toda la primera parte, salvo en los dos minutos iniciales. Habían logrado romper la defensa bávara y había logrado crear tiros muy cómodos, que acabaron marcando esa diferencia. El cero de siete en triples en el tercer cuarto, que tuvo cierta continuidad en el cuarto les 'mató'. "Hicimos una buena primera mitad. Solo tuvimos un par de minutos iniciales malos. A partir de ahí, fue muy buena. Y luego, al comienzo del tercer cuarto, por alguna razón, volvimos a tener una de esas caídas de concentración, les dejamos volver al partido. Ellos aprovecharon la oportunidad, y nosotros no reaccionamos como equipo, no reaccionamos haciendo más fuerte nuestra defensa. Tampoco reaccionamos moviendo el balón. Permitimos un 68% en tiros de dos, muchos de ellos en la pintura o bajo el aro. Y nuestra circulación de balón fue pobre", confirmó para justificar el enfado que había mostrado en los tiempos muertos.

Sergio Scariolo fue más allá y avisó que ahora llega otro león herido, como es el Fenerbahçe -que perdió en Valencia- y deben cambiar si no quieren que el problema se convierta en una crisis seria. "Éste no es el camino. Especialmente fuera de casa, no es la forma de ganar partidos de baloncesto. Esperemos aprender de esto, reagruparnos y en 48 horas afrontar el siguiente partido, que será otro muy, muy exigente", advierte el exseleccionador español.