El alcance de la lesión de Anthony Davis, confirmado

Nuevo capítulo en el recorrido de desgracias de Anthony Davis en particular y de los Dallas Mavericks en general desde que tomaron la sorprendente decisión de traspasar a Luka Doncic. Si aquel día deslizaron que lo hacían para ganar campeonatos desde la defensa, los episodios vividos desde entonces invitan a pensar que tal gloria está realmente lejos. No lo decimos nosotros, sino la plaga de lesiones que han sufrido desde entonces con La Ceja como principal convaleciente.

Tal cual suena. Si en su primer año en el equipo tuvo que parar un mes justo tras debutar, ahora Davis se enfrenta a un nuevo periodo de baja indeterminado tras verse obligado a abandonar la cancha contra los Indiana Pacers cojeando y llevándose la mano a la zona del tendón de Aquiles.

No se asusten. Sabemos que hablar de tal parte del cuerpo es sinónimo de desgracia en la NBA, pero el ala-pívot la ha esquivado por el momento aunque en cualquier caso está lesionado. Según ha comunicado los Mavs, su jugador estrella estará de baja al menos dos partidos por lo que las pruebas (resonancia magnética) han definido como una distensión leve en el bíceps femoral.

No hay que alarmarse. Desde la organización de Texas explican que ahora toca hacer reposo y que será cuando vuelvan de la gira de dos partidos por Ciudad de México y Houston cuando vuelvan a evaluar el estado físico de su jugador y puedan dar un calendario exacto para su regreso a las pistas.

Un Anthony Davis a contrarreloj

Así es. El gran problema para Anthony Davis no son las lesiones –que también–, sino que le están esperando. Esa expresión tan española viene al dedo para lo que está pasando con el ala-pívot, a quien no solo se le exige desde el primer día que haga olvidar a Luka Doncic, lo cual es imposible, sino además que conduzca a los Mavericks a un campeonato. Exacto, la presión es extrema.

Cierto es que la llegada de Cooper Flagg como número 1 del draft ha dado algo de aire al ganador del anillo de la burbuja con los Lakers, pero es que si el equipo no arranca será él mismo quien lo sufra con un más que probable traspaso.

Eficacia probada... como segundo espada

Anthony Davis deslumbró desde su año de novato como jugador de New Orleans Pelicans; sin embargo, tal exuberancia en pista no terminó de traducirse en éxitos hasta que se marchó para aunar fuerzas con LeBron James vistiendo de oro y púrpura. Ahora en Dallas se enfrenta al reto de ser él quien lidere un equipo ganador. Sí, hay muchas dudas sobre que pueda conseguirlo.