Alvaro Arenillas3 min lecturaLa aventura de LeBron James en Los Angeles Lakers sigue sumando sinsabores. El Rey llegó en su día a la organización californiana con la idea de marcar una época, pero lo cierto es que pese a ganar el anillo de la NBA en la burbuja de Orlando en 2020, las malas noticias están siendo casi una constante en su paso por el equipo; tanto es así que el curso pasado ni siquiera pisó los playoffs...
Volviendo al presente, el dolor de ver como las derrotas se acumulan no está ayudando a la mejora de LeBron, cuyo nivel individual –está a punto de batir el récord de puntos de Kareem Abdul-Jabbar– está muy por encima del rendimiento colectivo. Justo por ello, con la idea de mejorar la plantilla y poder competir por ser campeón, los de oro y púrpura vieron un hilo de esperanza al que agarrarse cuando Kyrie Irving pidió el traspaso. Siendo un viejo conocido de LeBron, quien junto a él se llevó el título de 2016 en Cleveland, se le veía como el encaje perfecto para formar un Big Three de miedo en Hollywood. Tal cual lo sentía El Rey, pero tal ilusión ha hecho que el golpe sea aún más duro.
Los Nets, equipo en el que estaba Irving, optó por rechazar la oferta de los Lakers y enviar al talentoso base a Dallas Mavericks, donde jugará junto a Luka Doncic. La noticia ha sido algo más que un jarro de agua fría para James, quien no esconde su enorme pesar.
"No puedo sentarme aquí y decir que no estoy decepcionado por no poder conseguir un talento tan grande, con el cual además pude generar una una gran química, una de esas que te ayuda a ganar campeonatos. Esto es algo que pasó ante mis ojos, en mi mente… En cualquier caso, mi enfoque ha cambiado ya. Mi mente ha vuelto a dónde debería estar, que es pensar en este equipo y en lo que tenemos en el vestuario", señala la estrella de los angelinos a ESPN.
Le toca conformarse y levantar el ánimo. Los Lakers ofrecieron a Russell Westbrook –están deseando quitárselo de encima–, junto a las primeras rondas de los draft de 2027 y 2029. Brooklyn prefirió quedarse con la oferta de Dallas, la cual entendían era mejor para tener opciones de ganar desde ya. Tiene sentido, aunque fuentes del citado medio aseguran que el propietario de la organización neoyorquina, Joe Tsai, no ha querido mandar a Irving a Los Ángeles como un castigo por los continuos conflictos causados estos años... En todo caso, el más castigado parece LeBron James.