El segundo apron complica los planes de los Warriors
Josh Giddey y Jonathan Kuminga siguen sin renovar en plena cautela salarial de la NBA. Los Warriors buscan un sign & trade que beneficie a ambas partes y alivie las restricciones económicas

Los únicos agentes libres que quedan por cerrar grandes contratos son Josh Giddey y Jonathan Kuminga, dos jugadores que, en un contexto económico distinto, ya habrían renovado sin complicaciones. Sin embargo, la nueva realidad salarial de la NBA está condicionando seriamente el mercado.
Las restricciones impuestas por el segundo apron han generado un clima de incertidumbre entre los ejecutivos, que ahora analizan con lupa cada oferta. El temor a comprometer la flexibilidad a largo plazo ha hecho que muchas franquicias se muestren más conservadoras en sus negociaciones, incluso con jóvenes con proyección como Giddey y Kuminga.
Los Golden State Warriors han fijado su mirada en el base australiano. Según el periodista Jake Fischer, la franquicia californiana quiere hacerse con sus servicios mediante un sign & trade, enviando a Kuminga a cambio a los Chicago Bulls. Un acuerdo que, sobre el papel, podría beneficiar a ambas partes.
Por un lado, Kuminga nunca ha contado con la plena confianza de Steve Kerr, y un cambio de aires podría abrirle las puertas a un rol más protagónico en Chicago. Por el otro, los Bulls se han reforzado durante la agencia libre pensando en la posible salida de Giddey, exjugador de los Thunder.
No obstante, la operación requiere una negociación cuidadosa para cuadrar los números. Aunque Golden State puede negociar directamente con Kuminga, la situación es más compleja con Giddey. Primero, porque los Bulls están por encima del límite salarial y no pueden ofrecerle al australiano el contrato que ha solicitado. Segundo, porque Josh es agente libre restringido, lo que permite a Chicago igualar cualquier oferta para retenerlo. Por tanto, el sign & trade es la única vía realista para completar la operación.
Fischer señala que los Warriors no son el único equipo que ha intentado hacerse con Giddey mediante esta fórmula. Sin embargo, su posible encaje en el sistema de lectura y reacción de Steve Kerr lo convierte en un objetivo prioritario. Aunque Giddey no tiene el físico ni la explosividad de Kuminga, posee un alto sentido del juego e inteligencia táctica que encajaría a la perfección con el estilo de Golden State.

La temporada pasada, el australiano promedió 14,6 puntos, 8,1 asistencias y 7,2 rebotes por partido, además de registrar el mejor porcentaje de triples de su carrera (casi 38%).
Para los Warriors, Giddey sería una incorporación valiosa. A diferencia de Kuminga, más unidimensional como anotador con potencial defensivo, el australiano puede hacer de todo: actuar como segundo base junto a Stephen Curry o liderar la segunda unidad. Su polivalencia y madurez táctica lo convierten en un perfil ideal para reforzar una plantilla que necesita nuevas soluciones sin salirse de los márgenes del nuevo convenio.