El partido con más prórrogas de la historia y cómo sobrevivieron los jugadores
Hace más de 70 años que se jugó e hicieron falta hasta 6 tiempos extra para que un equipo lograse la victoria

El baloncesto es probablemente, por seguidores en el mundo y por el dinero que se mueve, el segundo deporte más importante del mundo. Solo en la NBA ya se mueven unas cantidades enormes de dinero, con las franquicias y todo lo que hay alrededor de ellas. Se trata de un deporte que engancha a muchos y en el que hay una curiosidad que muchos ajenos a él no conocen y que es ciertamente diferente. En la mayoría de deportes de equipo, cuando no se trata de un partido eliminatorio, se pueden dar empates. En el caso del fútbol, cuando se empata se suma un punto en caso de que sea un partido liguero, por ejemplo. Sin embargo, en el baloncesto no existe esa posibilidad, no se concibe que el partido pueda terminar con igualdad en el marcador, y por eso existen las prórrogas. Aunque estas también existen en otros deportes, no se dan en partidos que no sean eliminatorios, y dentro de estos, los definitorios de una eliminatoria. En el caso del baloncesto en todos los partidos puede haberla en caso de que no ningún equipo se haya impuesto al otro. Por eso cabe destacar cual fue el partido en el que más prórrogas se jugaron, con un total de seis.
Más de una hora en la pista
Para encontrar ese partido hay que remontarse a cerca de 80 años atrás, el 6 de enero de 1951, un encuentro que enfrentó a Indianapolis Olympians y Rochester Royals, en el que se acabó considerando el partido más largo de la historia. En realidad es bastante sorprendente por que necesitaron seis tiempos extras para decidir un ganador, y el resultado final fue de 73-75 a favor de los Olympians. Es decir, teniendo en cuenta que estuvieron un total de 78 minutos en la pista, fue bastante corto finalmente. La cuestión es que dada la antigüedad de este encuentro, era un baloncesto muy diferente. Se entiende que quedaran así teniendo en cuenta que no existían los lanzamientos de tres puntos, los famosos triples. Además esto fue sumándose al cansancio de los jugadores, que hizo que en la cuarta prórroga ninguno de los dos equipos lanzara a canasta en los 5 minutos.
De hecho en tanto en la segunda como en la cuarta prórroga el resultado parcial fue de 0-0 ya que ninguno logró hacer puntos. La cuestión es que para los jugadores y para los propios aficionados, aunque ahora se vea con perspectiva como algo histórico, fue realmente tedioso. Se trató de un enorme esfuerzo físico para los jugadores porque casi todos superaron los 70 minutos en la pista. Una de las consecuencias que se puede presumir de este encuentro es la implementación del reloj de posesión que se acabaría estableciendo en la temporada 1954/55.