Víctor, sobre el descalabro de Granada y el derbi

Víctor, sobre el descalabro de Granada y el derbi
Víctor dice que el pasado viernes, tras caer en Granada, no pudieron ni cenar. - R. S.
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Víctor Sánchez del Amo ha concedido una interesante y amplia entrevista en los medios oficiales del club, en la que trata diversos temas. 

- La humillante derrota en Granada. 
- Cuando se produce un golpe como el que nos llevamos el pasado fin de semana en Granada, donde no estuvimos bien, los más enrabietados son los propios deportistas, tanto el entrenador como los jugadores. El cabreo que nos pillamos fue muy grande, eso nos sirve de acicate para buscar la revancha deportiva que vamos a tener el sábado contra nuestro máximo rival. Los ánimos ya están bien, se ha hecho un trabajo de análisis y hemos visto todo en lo que nos equivocamos. Se ha trabajado con muchas ganas por la inmensa motivación que tenemos.

- ¿Coincide con Petros en que fue "una vergüenza"?
- Es lógico, os aseguro que si hubiéramos podido meter una cámara en el autobús después del partido cuando estábamos esperando toda la expedición para arrancar el viaje de regreso, hubiésemos visto que era una velatorio. Eso es una muestra de lo que nos duele tener una actuación que no está acorde con nuestras expectativas y posibilidades. Por ese orgullo y el dolor que te hace sentir la vergüenza cuando no rindes por tu prestigio profesional, y porque somos conscientes del dolor que provoca un resultado de estas características, el malestar el doble. La mayoría de la comida que teníamos encargada para cenar en el autobús y acelerar los procesos de recuperación se tuvo que tirar. Al igual que ocurrió en la mayoría de las casas de nuestros aficionados no había ganas de cenar. Ese sentimiento lo compartimos y te lleva a estar enrabietado y con ganas de trabajar para levantarte para el siguiente partido, aprendiendo de lo que te equivocas para ser más fuerte en el siguiente.

- ¿Qué pasó exactamente en Granada?
- Debemos tener en cuenta que desde que hemos llegado el partido del otro fue el primero en el que no tuvimos opción alguna de puntuar. En el resto de encuentros siempre hemos tenido opciones de hacerlo. En este último estuvimos fuera del partido, mientras que en los que hemos empatado sí hemos estado cerca de algo ha sido de la victoria. Nos hemos lamentado de las ocasiones que hemos dispuesto y la falta de acierto nos ha privado de tener la victoria, pero repito que hemos estado más cerca de ganar que de otra cosa. En los que hemos ganado el equipo ha trabajado y no ha sido producto de la suerte. Granada es la excepción, queremos que sea un borrón para espabilar y un punto de partida para aprender de esos errores y crecer aún más. En eso nos tenemos que centrar. La sensación es que el equipo entró bien al partido en Granada y estuvimos en el campo rival con dominio y buenas llegadas, pero los golpes por pérdidas el rival lo aprovechó con máxima efectividad. Fueron tres golpes seguidos que afectaron al equipo y nos faltó capacidad de reacción. Tratamos de buscar meter un gol pronto que nos diera opciones para acercarnos pero tampoco tuvimos esa capacidad. Tuvimos un mal día del que no escapa ningún equipo, es lo que tiene la competición de élite. Nos preparamos y tratamos de que no se den estas situaciones, pero cuando compites con rivales de máximo nivel los errores normalmente los pagas. Eso fue lo que nos pasó en Granada, ahora tenemos que aprender de ellos y prepararnos fuertes para este partido. Entendemos que debemos seguir en esa línea de crecimiento en la que veníamos, consolidando que el equipo compita y tenga capacidad para hacerlo cada vez mejor. Con esa ilusión estamos, teniendo en cuenta el partido que tenemos, que es de una motivación máxima.

- ¿Las críticas sirven para mejorar? 
- Hay que entenderlo en el contexto lógico que tiene el ámbito profesional. No nos podemos dejar llevar por esas tendencias extremistas que se dan a nivel mediático. Igual que cuando hay momentos buenos y empiezan las corrientes de euforia y se elevan las expectativas al máximo, la exaltación y los elogios, nos mantenemos aislados de esa corriente y tratamos de estar en un clima de trabajo tranquilo. Queremos que eso no nos despiste para seguir trabajando y creciendo. Cuando se produce algo negativo ocurre exactamente igual, no podemos dejarnos llevar por esas corrientes alarmistas y extremistas lógicas del tratamiento mediático. Lo entiendo perfectamente, vivimos a nivel mediático en un mundo en el que las noticias se tienden a llevar a los extremos porque es la manera más comercial de tratarlas. No pretendo cambiar eso y lo respeto al máximo, pero no podemos dejarnos llevar por esas corrientes externas. Lo que tenemos que hacer es centrarnos en la objetividad de nuestro trabajo y tener la máxima tranquilidad para trabajar.

- ¿Cómo imagina el derbi?
- Cada partido es diferente, no se puede jugar contra el Barça como contra el resto de rivales. Al Barça puedes ir a presionarle porque quiere jugar en corto y eso provoca un partido de unas características. Si un equipo quiere jugar en largo eso provoca un partido de segundas jugadas donde es más complicado predecir qué va a pasar, hay más balones divididos, transiciones, recuperaciones y pérdidas. Por muy bien que juegues un partido contra un determinador rival el siguiente es diferente. Los jugadores son diferentes y el estilo de juego también, no se puede jugar siempre de la misma manera. Lo que sí es incuestionable es que siempre haya la misma predisposición para pelear y luchar. Le puedo asegurar a nuestra gente que nuestro grupo tiene esa mentalidad, es un grupo que joven que tiene ganas de hacer cosas importantes. Lo que pasa es que al ser joven necesita también tiempo para aprender de los errores, los errores son el mejor momento para aprender. Cuando uno se lleva un golpe es cuando más se le abren las orejas y más receptivo está para aprender de lo que ha pasado y dar un paso adelante y madurar.


- Una victoria sería balsámica.
- No queremos ver lecturas buenas de este tipo. No queremos que pase porque eso indica que son partidos malos y resultados contundentes que hacen daño. Esto le pasa a todos los equipos en el mundo del deporte cuando no estás a tu nivel. Ahora toca aprender de los errores y sacar fuerzas para que la motivación sea mayor para crecer más.

- ¿Podría verse al mismo Betis que ante el Barça? 
- Podría tener situaciones parecidas. El Sevilla es un equipo que intenta muchos inicios en corto y tiene variedad de recursos. Cuando les aprietan, buscan el juego directo. Al ser un equipo que intenta inicios en corto, pueden darse situaciones de presión alta como pasó el otro día ante el Barcelona. Hay que estar preparado para todo tipo de circunstancias, el Sevilla es un equipo que maneja variantes tácticas y en función de si juega con un sistema o con otro pueden tener diferentes alternativas. Hacemos lo mismo con todos los rivales, prepararnos para tratar de tener soluciones para todas las posibilidades que se den.

- ¿Le dará continuidad al once de los últimos partidos en casa?
- Somos de trabajo y además de no utilizar nada como excusa. No hablamos de las lesiones ni de las bajas, preparamos los partidos con la plantilla que tenemos disponible para cada encuentro en base al trabajo y los que nos ofrecen los jugadores con su rendimiento en los partidos y los entrenamientos. Ahí buscamos hacer la mejor selección para el fin de semana. Todo influye, en el anterior partido tuvimos algunos cambios porque veníamos con sanciones. No vamos a dar información sobre las alineaciones, lo más importante es que el trabajo esté por delante. Analizamos el rendimientos de los jugadores durante la semana para ver quienes son los que están mejor.

-Estará comprobando que se trata de una semana distinta en la ciudad.  
- Por supuesto que es distinta y esos matices también hacen que la preparación sea diferente. Hay uno clarísimo, que es a nivel motivacional. Este tipo de partidos no requieren un trabajo psicológico para elevar al máximo la atención y la activación de los jugadores. Obviamente, por la importancia del rival, el sentimiento que tienen estos partidos, lo que significa para nuestra afición, eso ya es una motivación; todos los jugadores lo saben. Quizás hay que hacer lo contrario, medir un poquito para que no se convierta en una sobreexcitación que te lleve a la precipitación y a no dar el rendimiento adecuado. Por el resto, el trabajo de preparación táctico y físico es como el de cualquier otra semana. Puede haber también alguna variación en cuanto a la organización. De hecho, ya la hicimos. Al terminar el partido de Granada, por la importancia del siguiente partido, entendimos que para priorizar el trabajo por encima de todo era importante al regresar a Sevilla concentrarnos para favorecer el máximo descanso, desayunar todos juntos, ir ya a entrenar directamente desde el hotel. En este caso, seguramente hagamos concentración también el día de antes. No estamos haciéndolo cuando jugamos en casa salvo que juguemos por la mañana. Aunque esta vez jugamos a las cuatro de la tarde, seguramente hagamos concentración el día de antes.

- ¿Cómo ha sido la vuelta al trabajo, después de suprimir el descanso? 
- La predisposición al trabajo de los jugadores es buenísima y se lo estamos reconociendo constantemente. Después de tener un día malo y no hacer las cosas bien, y cuando digo no hacerlas bien, pongo el primero al entrenador, por eso hablo en primera persona del plural, no me estoy refiriendo a los jugadores. Las consecuencias de hacer las cosas mal las compartimos y las sufrimos todos. En ese sentido, priorizamos el grupo por encima de cualquier individualidad. Los jugadores están trabajando fenomenal desde el primer día. Hoy hemos tenido un susto con Dani Ceballos, que se ha llevado un golpe en un choque con Álex Alegría y esperemos que quede nada más que en un golpe.

- ¿Es serio lo de Ceballos?
- Vamos a esperar que no sea nada. Ese carácter ganador es importantísimo en el grupo.

- ¿Qué le han dicho los béticos por la calle estos días?
- Yo soy de la antigua escuela. Cuando estás cabreado porque no has hecho las cosas bien, se te quitan las ganas de comer, de cenar y de salir. Lo único que he hecho estos días ha sido trabajar, trabajar y trabajar. No te puedo decir nada más. Sí que he recibido mensajes de muchos amigos béticos y son mensajes constantes de ánimo, de que están seguros de que el sábado vamos a hacer un partidazo. El disgusto que nos llevamos el pasado fin de semana lo vamos a cambiar.

- ¿Es el día que la manada tiene que rugir más fuerte?
- Todos los fines de semana queremos que eso pase. No queremos trabajar para tener un rendimiento irregular e inconstante. Para que el rendimiento sea sostenido, regular y creciente, es muy importante tener un clima de trabajo en el que haya tranquilidad y por eso nos tratamos de aislar de esas corrientes eufóricas o catastrofistas en función de los resultados de un domingo a otro. Para nosotros es muy importante tener esa tranquilidad para tener estabilidad en el trabajo. Cuando eso se produce, al final la línea de trabajo va a permitir ese crecimiento que va a favorecer los resultados. Nos fijamos en los equipos que están por delante en la clasificación, con los que nosotros queremos competir y dar ese salto para acercarnos a esa línea y poder elevar nuestros objetivos en el futuro, a pelear por Europa, que es donde tiene que estar el Betis. Ese es el objetivo que tiene que tener este Club, pelear por estar en Europa. Para eso hace falta tener los pies en el suelo para crear un proyecto que tenga un crecimiento sostenido. Lo que no podemos esperar es que eso se produzca de la noche a la mañana porque no le pasa a nadie. Si miramos a esos equipos que tenemos por delante en la clasificación, a los que nos queremos acercar y con los que queremos competir por Europa, son proyectos en los que se tiene continuidad, se permite que la misma idea de trabajo se repita temporada tras temporada. Eso genera automatismos, genera crecimiento de los jugadores y, al final, eso da un rendimiento sostenido. En cambio, en la situaciones en las que hay constantemente altibajos, inestabilidad de trabajo, cambios constantes de jugadores y entrenadores, es muy difícil encontrar un rendimiento sostenido que te permita un crecimiento. Eso, para mí, es clave.

- ¿Le preocupa la situación institucional del club?
- Yo hablo de lo que yo conozco. Por toda mi experiencia en el mundo del fútbol y por todo lo que he vivido como futbolista, donde he vivido ese clima de estabilidad como futbolista ha sido en el Deportivo de La Coruña. Esa estabilidad deportiva le permitió crecer hasta cotas, no digo no soñadas, porque todos los aficionados sueñan con ver a su equipo campeón algún día, pero impensables. Eso no consigue si no hay un clima de unión y estabilidad. Por el camino va haber momentos de altibajos de rendimiento pero es importante tener tranquilidad y los pies en el suelo para que esa línea regular de trabajo que permita crecer.

- ¿Sirven partidos como el del sábado para dar pasos más grandes?
- Partidos como el del sábado son, como se diría en la Vuelta a España o en el Tour de Francia, partidos que están fuera de categoría. Son partidos, por el contenido emocional que tienen, en los que lo único que vale es ganar y esa es la manera en la que se afrontan. Luego, evidentemente, tienes tres puntos en juego de cara a la clasificación y tendrá su repercusión de cualquier otra jornada en cuanto a puntos. Sin embargo, el nivel emocional que tienen estos partidos los hace catalogarlos de esta manera.

- ¿Qué mensaje quiere mandarle a la afición? 
- Yo estoy seguro de que van a ir todos, no me cabe ninguna duda. Además, tenemos muchas ganas de este partido, de cambiar una tendencia que se ha dado en los últimos derbis. Tenemos muchas ganas además coincidiendo con el partido que nos dejó tan mal sabor de boca el fin de semana pasado, queremos cambiar todas esas sensaciones amargas por otras sensaciones positivas y de felicidad para nuestra afición. Todos juntos somos más fuertes. Es lo que le digo muchas veces a los jugadores, esa unión y esa comunión de equipo y afición. De hecho lo estamos viendo en esa racha en nuestro estadio, existe esa unión. Queremos que siga siéndolo después de esta jornada.

- ¿Cómo se traslada eso a los jugadores nuevos?
- Dentro del vestuario tenemos un grupo majísimo en el que los jugadores tienen un ambiente sensacional. Eso se lo comentan entre ellos, para eso están también los más veteranos. A los que han vivido esas experiencias, los nuevos les preguntan. Igual que nosotros, como cuerpo técnico, también hemos vivido esas experiencias en otros derbis. Como futbolistas o entrenadores hemos vivido partidos de este tipo y los jugadores también han vivido experiencias parecidas en otros derbis. Lo que pasa es que aquí es especial. La pasión y el contenido emocional dan un paso más todavía a lo que han podido vivir en sus anteriores equipos. No tengo ninguna duda de que eso se transmite entre compañeros. Los que ya lo han vivido se están encargando de ello.

- ¿Es más especial el derbi que un Barcelona-Real Madrid?
- No se pueden comparar. Estamos hablando de un mismo contexto, un mismo formato, de un partido de fútbol en el que se enfrentan dos equipos con una rivalidad absoluta, con unas aficiones detrás que tienen unos sentimientos con sus equipos. Madrid y Barcelona tienen una repercusión mayor porque tienen el mayor número de aficionados detrás. Son los dos grandes por la historia de nuestra liga, de los más grandes de la historia del fútbol. Es un contenido que una dimensión absolutamente internacional y eso le da una parabólica mayor de lo que puede ser un Betis-Sevilla. Pero lo que es la intensidad y los sentimientos, aunque haya menor número de aficionados del Betis y del Sevilla no se puede superar. A nivel de intensidad, de pasión, de defender por querer que su escudo salga victorioso del derbi... eso es insuperable. Por mucho más eco o difusión que puedan tener otros partidos tan importantes como es el Madrid-Barcelona, a nivel de intensidad emocional es insuperable un derbi Betis-Sevilla.
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