El Betis será flexible con la renovación de Rubén Castro

El Betis será flexible con la renovación de Rubén Castro
- M. H.
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura
Restan 21 encuentros oficiales para que expire el curso 17/18 en verdiblanco, por lo que Rubén Castro tendría que jugarlo todo de aquí al final (45 minutos o más por partido, además) para cumplir con la condición incluida en su contrato y ampliar, así, hasta 2019 su vinculación con el equipo bético.

Allá por el 10 de octubre de 2016, Miguel Torrecilla, entonces director deportivo, y Ángel Haro, máximo mandatario, arropaban al grancanario en la presentación de un acuerdo de renovación que fue oficial tres días antes. En él se recoge que el dorsal 24 está ligado a la entidad de las trece barras hasta el próximo 30 de junio de 2018, aunque seguiría otra campaña más si en ésta disputa un determinado número de compromisos (se deslizó que 20). Al haberse perdido la primera vuelta por su aventura en China, Rubén lo tiene, nunca mejor dicho, 'en chino'.

Con todo, según ha podido saber ESTADIO, en el comité ejecutivo reina la idea de que habría que ser flexibles con esta cláusula si el de La Isleta es el de siempre en esta segunda etapa en Heliópolis. De hecho, si rinde y está centrado, como lo ha hecho en los seis años y medio anteriores, se le podría ofrecer una nueva ampliación por un año sin condicionantes, con lo que quedaría ligado hasta 2019.

'Rentrée' a la altura del protagonista
Era de esperar que todos los focos se centraran en su figura. El descanso programado para el 1 de enero y la cerrazón del Guizhou Hengfeng Zhicheng, que no le otorgó permiso para ejercitarse antes con el Betis si no renunciaba a algunas cantidades de su jugoso contrato (de 2,5 millones de euros netos, según varias fuentes), retrasaron hasta este martes la 'rentrée' de Rubén Castro, que lleva varias semanas trabajando por su cuenta, primero, y con un preparador físico del club, después, para no perder el tono físico, pues la Chinese Super League acabó el 4 de noviembre.
 
Ayer, al primer entrenamiento de 2018 en Heliópolis solamente le faltó haber sido a puerta abierta para que el recibimiento se hubiese acercado más a la enorme figura del protagonista, aunque los quince minutos reservados a los medios gráficos dieron testimonio de un reencuentro, ahora sí, anhelado por todos, especialmente tras la lesión de Tonny Sanabria, que dejaba a Sergio León como único centrodelantero disponible.
 
En el rato con luz y taquígrafos, el canario recibió el cariño de muchos compañeros y empleados del club. Quique Setién tampoco le dedicó mucho tiempo durante la charla inicial de la jornada, si bien hubo pasillo para él y para Felipe Gutiérrez -éste tomó momentáneamente el 22, pero no tendrá dorsal, ya que no cuenta para los técnicos, en parte por su condición de extracomunitario, por lo que se le busca destino-, los últimos en sumarse al grupo, como el que se dedica a los que llegan tarde o cumplen años. A partir de ahí, más balón que físico en la vuelta al trabajo. Rubén no se despegó de Joaquín, un 'cicerone' de lujo, aunque el de La Isleta conoce a la mayoría en ese vestuario. Por ejemplo, Antonio Adán, que siempre se deshizo en elogios hacia el '24', colgó tras el entrenamiento una foto con el artillero en sus redes sociales. En otras palabras, el máximo goleador de la historia del Betis cayó de pie en la que sigue siendo su casa. Como no podía ser de otra forma, por otra parte.
 
Además, los aficionados no quisieron dejar de arropar a Rubén Castro en el inicio de esta segunda etapa en verdiblanco. De esta manera, docenas de ellos esperaron al final de la sesión y al paso por las duchas de los futbolistas para agolparse en la salida de la Ciudad Deportiva Luis del Sol, obligando al canario a parar para atender a niños y mayores, que se marcharon con una fotografía o un autógrafo.
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