Tras realizar únicamente dos cambios el jueves ante la
Real Sociedad (Tello por Loren y Durmisi por Joaquín) respecto al equipo que saltaba de inicio tres días antes en el
Ciudad de Valencia y comprobar que el cansancio pudo afectar a algunos jugadores,
Quique Setién estaría planeando una mini revolución en
Mestalla, donde, salvo sorpresa, no estará
Guardado, ausente del trabajo en grupo desde hace una semana para evitar que la sobrecarga que sufre se transforme en una rotura fibrilar.
Sí está disponible ya
Jordi Amat, que completó la lista ya en la jornada intersemanal y podría regresar al once en caso de mantener, como se espera, el míster cántabro una línea de tres centrales en la que seguirían
Mandi y
Bartra, que brillaron a gran altura contra los donostiarras. También se mantendría
Adán bajo palos, lo mismo que
Junior, esta vez de nuevo como carrilero izquierdo, con opciones en el derecho para
Barragán, que daría descanso a
Francis, si bien
Setién está demostrando que su apuesta por el de
Coín no es un capricho ni fruto de un experimento coyuntural, por lo que podría darle continuidad pese a la acumulación de encuentros.
Por dentro, la pareja
Fabián-Javi García debería repetir, una vez que el muleño se afianzó de nuevo y el palaciego superó el proceso vírico que le hizo jugar mermado ante la
Real. A partir de ahí, empiezan las dudas para dos de las tres plazas de ataque en el 1-3-4-3 o su variante 1-3-4-2-1 de
Setién, porque se da por seguro el ingreso de
Joaquín. También se antoja lógico que
Loren recupere protagonismo, aunque falta por precisar si lo hará como referencia arriba (en detrimento de
Sergio León) o algo más retrasado, por lo que serían
Boudebouz y
Tello los damnificados para el marbellí y el portuense tuvieran su camiseta de titular otra vez.
En cambio, si el preparador verdiblanco se decanta mañana por un retorno a su dibujo predilecto (1-4-1-4-1),
Amat sólo tendría opciones en la medular, por detrás de
Fabián y Javi García, con alguna opción aquí para el mediocampista franco-argelino, que se convertiría en una alternativa igualmente por fuera. Un rompecabezas que, como refiere el entrenador bético con humor en las últimas semanas, se ha tornado muchas veces en imprevisible.