Sólo el
Betis es capaz de desperdiciar un 3-3 del primer partido para resolver ante su público. La épica y el intercambio de golpes no pueden ser la eterna medicina de este equipo, fundido cuando tenía que buscar la remontada. Porque casi siempre tiene que arreglar su
'caraja' inicial. Y esta vez salió cara, por lo que el
Rennes le manda a casa, dejando en dieciseisavos de final la aventura en la
Europa League de una plantilla definitivamente incapaz de afrontar tres competiciones. Y ojo que, como se descuelgue mucho en
LaLiga, puede pasar del todo a la nada antes de primavera.
De inicio,
Setién puso todo lo que tenía sobre el campo, seguramente con la esperanza de adelantarse pronto para no tener que volver a remar a contracorriente, pero la fragilidad defensiva de los verdiblancos es exasperante. Sin hacer nada, ni siquiera aquella presión alta que asustó en la ida, el
Rennes se puso 0-2 y complicó muchísimo una eliminatoria que, según confesión de su entrenador, era una proeza superar. Un córner al corazón del área de
Grenier que Bensebaini cabecea a placer, con
Mandi y
Bartra mirándose el uno al otro y
Joel quedándose a media salida, supuso el primero antes del ecuador, lo que hizo que las piernas heliopolitanas volvieran a temblar. A la media hora, Hunou calcó su tanto en el Roazhon Park, empujando a la red en el segundo palo un centro-chut del temible Sarr que se paseó por el área. Los pitos en la grada rompían ya un silencio de estupor e incredulidad generalizado.
Antes, los de
Stéphan avisaron varias veces, a menudo con transiciones rápidas, como la que antecedió al 0-1, cuando
Guardado, que hacía diez minutos mandó alto un servicio de Joaquín desde la línea de fondo, desvió el pase de Sarr para que el balón se envenenara y merodeara la cruceta, forzando un córner mortal de necesidad.
Bensebaini y
Niang se repartieron otras tres.
Despertó el
Betis gracias a los desmarques del negado
Jesé y a la visión de
Loren, que asistió dos veces al canario para que
Koubek le ganara el mano a mano (27’) y, a renglón seguido, mandase alto su disparo, tras recortar bien a Traoré en el pico del área. Esta última acción, ya en el alargue, debió ser el empate, pues para entonces ya se habían activado
Canales y
Lo Celso, socios por enésima vez en lo que va de curso para firmar el 1-2 al filo del descanso -el argentino apuntilló en el segundo palo un gran pase raso del cántabro entre las piernas de un zaguero-.
En la reanudación, muchas cosas que arreglar en clave heliopolitana. Seguía con ganas de
Jesé, que devolvió la gentileza a Loren con un balón colgado que el marbellí cruzó demasiado con la testa nada más arrancar, al tiempo que estrelló en el cuerpo de
Koubek la siguiente a pase de
Canales. Había salido mucho más 'enchufado' el
Betis, anticipándose en las marcas, vigilando más de cerca a los hombres claves del
Rennes y castigando la espalda de la zaga rojinegra.
Canales, en una cabalgada soberbia, disparó con su pierna mala, fácil para el meta visitante, aunque sentando las bases del nuevo guion del partido, que requería una paciencia sin sitio en el eléctrico estilo de Setién.
El artillero grancanario la volvió a tener en el 66. No se deja nada en la caseta y los pasos intermedios son brillantes, pero yerra una vez tras otra en el broche. Sergio León lo relevó en el 69, con
Jesé exhausto. El
Rennes, consciente de que el empate le dejaba fuera, se estiró en un par de contras bastante peligrosas, especialmente la que finalizó
Bourigeaud con un derechazo que se sacó de encima Joel, que salió bien ante un
Hunou que atacaba un mal despeje de
Guardado. Todavía quedaba tiempo, pero las sensaciones habían vuelto a equilibrarse.
Joaquín, con su pierna mala, probó los reflejos del cancerbero bretón, mientras que
Canales mandó muy alta una falta desde el semicírculo. Con todo, los de Stéphan estaban más cómodos que un
Betis sin frescura ni ideas a estas alturas, hasta el punto de robarle la pelota y moverla con fluidez, provocando los olés en la grada. Joel mantuvo con vida a su equipo, saliendo a los pies de Sarr y abortando un disparo de
Ben Arfa que olían a sentencia.
Pintaba feo el epílogo, diferente, quizás por la diferencia de físico, a los habituales en el Villamarín.
Canales (91') no pudo embocar su zurdazo desde la frontal. Fue la última, porque
Ben Arfa, descansado, se fue de todos sobre la bocina y encontró a un
Niang que se deshizo con facilidad de Bartra para cruzar a la red el 1-3. ‘Au revoir’ con todo merecimiento.
- Ficha técnica:
Real Betis: Joel, Mandi, Bartra, Sidnei; Joaquín (Emerson 89'), William, Canales, Lo Celso, Guardado (Lainez 78'); Jesé (Sergio León 69'), Loren.
Rennes: Koubek; Traore, Mexer, Da Silva, Bensebaini (Zeffane 78'); Bourigeaud (Gélin 75'), Grenier, Niang, Sarr; Ben Arfa y Hunou (Del Castillo 84').
Goles: 0-1 (22') Bensebaini;
0-2 (30') Hunou;
1-2 (41') Lo Celso;
1-3 (94') Niang.
Árbitro: Viktor Kassai (húngaro.) Amonestó a Sidnei, William, Joaquín por el lado bético; mostró cartulina amarilla a Niang, Traore, Zeffane por el lado francés.
Incidencias: Benito Villamarín. 44.316 espectadores.