Setién tuvo el balón y Messi se lo llevó a casa

Setién tuvo el balón y Messi se lo llevó a casa
El Betis - Barcelona del pasado domingo era también el duelo entre Valverde y Setién, al que en Catalunya ven con un 'ADN Barça'. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura
Todos los días no son fiesta. El Barcelona demostró el domingo que lo que sucedió en noviembre en el Camp Nou no pasa dos veces seguidas. Ni siquiera, aunque el Betis logre la difícil tarea de arrebatarle su tesoro más preciado, que es la posesión. No le hizo falta tenerla. Es más, el conjunto catalán no ganaba un partido de Liga con menos índice de posesión desde antes del inicio de la ‘era Guardiola’. Sin duda, un dato reseñable en un partido en el que no sólo se enfrentaban béticos contra barcelonistas, sino también el actual técnico del Barça contra el entrenador al que en la Ciudad Condal postularon como su sucesor tras el baño de la primera vuelta.

El Barcelona, como recuerda la cuenta de estadísticas de @2010MrChip, venció y goleó con el índice de posesión más bajo (44%) en un partido de La Liga en la última década, tiempo en el que ganó la posesión en 405 de sus 410 partidos de Liga a los mandos de Guardiola, Tito Vilanova, Martino, Luis Enrique y del propio Valverde. Dicho de otro modo, el Betis tuvo el balón pero Messi se lo llevó a su casa firmado por sus compañeros, en medio de la ovación del Benito Villamarín y de los piropos de Setién. Y Valverde, más contento que nadie.

En aquel 3-4, el Barcelona quiso tener el balón en su poder (55%-45%) y se vio sorprendido por un Betis que le presionó muy bien arriba, que con pocos toques montó rápidas transiciones por las bandas de Tello y de un Junior estelar y, lo más importante de todo, que contó con una pegada que no ha exhibido el resto del curso. El domingo, como tantos otros días, careció de ese ‘punch’ para aprovechar sus buenos momentos, que los tuvo, y se acabó estrellando contra la enésima exhibición de un abusón que responde al nombre de Lionel Andrés Messi Cuccittini.
No obstante, al margen de Messi, el gran ganador del duelo fue Ernesto Valverde, que aprendió del repaso que Quique Setién le dio en el templo del ‘cruyffismo’ y se vengó, exhibiendo en el Benito Villamarín su amplio muestrario de recursos con la maquinaria sólo a media potencia.

El Betis, fiel a su idea, pretendía controlar el balón y Valverde esta vez no se opuso. Se lo dejó tener para quitárselo siempre que quiso, algo a lo que contribuyeron las numerosas imprecisiones en la salida de los verdiblancos, que tuvieron un pésimo día en la entrega y que tampoco supieron tirar de contundencia (sólo 10 faltas, por 11 de los culés).

El duelo de la posesión lo ganó el cántabro (56%-44%), pero el extremeño le dio esta vez un repaso táctico con un cambio de dibujo: sacrificó a Coutinho y se blindó con cuatro mediocentros (Rakitic, Busquets, Arturo Vidal y Arthur) que bloquearon a William Carvalho y anularon casi por completo a Canales y Lo Celso. El Betis, así, sólo pudo hacer daño por las bandas, especialmente por la de Tello, y el Barça castigó esos envites con inteligentes movimientos a la espalda de los carrileros, estirando así la línea de tres centrales y abriendo grandes huecos que aprovechaba con contragolpes o balones largos. Como, por ejemplo, uno casi de área a área de Ter Stegen para Suárez, que Bartra se comió y que no fue gol porque el uruguayo cruzó en exceso su disparo. El ‘Txingurri’ demostró que su Barça puede jugar de muchas maneras distintas, que es justo lo que muchos le reclaman a Setién.
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