Fue uno de los damnificados de la goleada intersemanal en el
Ciudad de Valencia, aunque sería injusto valorar su temporada únicamente por un epílogo donde las sombras se impusieron a las luces, especialmente cuando ha salvado literalmente partidos, como el del
Villarreal, deteniendo en el alargue un penalti a
Cazorla que habría supuesto el 2-2. Es sólo un ejemplo de lo que a todas luces fue un fichaje acertadísimo, que adquiere más lustre al llegar a coste cero, una vez terminado su contrato con el
Espanyol el pasado verano y negarse antes a renovar.
Internacional absoluto de nuevo cuño,
Pau López (24) fue uno de los grandes movimientos de
Serra Ferrer hace ahora un año, cuando también convenció a su compañero de demarcación
Joel Robles, así como a
Sergio Canales y Takashi Inui, de enrolarse en el emergente proyecto heliopolitano.
Con todo, su actual suplencia y la publicación de nuevo en la prensa catalana de que el gerundense se encuentra en la terma que maneja el
Barcelona para sustituir a un
Cillessen en venta constituyen el caldo de cultivo ideal para los rumores. El último, recogido por varios medios en
Sevilla, defendía que el padre de
Pau, Ignasi López, se encontraba estos días en
Sevilla para reunirse con los dirigentes béticos en pos de negociar una salida del cancerbero.
Dejando a un lado las posibles visitas del
diácono de Amer a su vástago, que han sido habituales durante el curso, desde la planta noble del
Benito Villamarín se encargaron de matizar que aquél no ha estado recientemente en la capital hispalense y que, en cualquier caso, no es su representante, algo que también ratificó el propio cancerbero, cuyos planes de futuro no pasan, de momento, por un nuevo cambio de aires.
Sea como fuere, en
La Palmera están tranquilos al respecto. Con las espaldas cubiertas con
Joel y varios metas en cartera por si se da el caso -gusta mucho el portugués de
Olympiacos José Sá-, las buenas relaciones con el
Barça invitan a pensar que, de querer fichar a
Pau López, se entablaría una negociación y no sería vía cláusula de rescisión (30 millones, la del gerundense). Con
Emerson adquirido por ambos en copropiedad, se avecina otro trato por
Miranda.