El traspaso hace ahora casi un año de
Fabián al Nápoles reportó al
Betis la nada despreciable cifra de 28,5 millones de euros, 27 de ellos al contado, pues
Haro y Catalán desdeñaron la opción de ingresar una cantidad mayor pero aplazada -algo así como lo que está haciendo el Espanyol con los verdiblancos en el caso de
Borja Iglesias-.
Aurelio de Laurentiis se vio obligado a desembolsar el importe íntegro de la cláusula,
fijada en 30 kilos, si bien tres de ellos eran para la familia del futbolista y su agencia, ‘You First Sports’, detalle que quedó incluido en la renovación que se concretó a finales de enero de 2018.
Por tanto, de la operación que se cerró con el
Nápoles llegaron a las arcas béticas los citados
27 millones de euros, a los que habría que añadir
otros 1,5 que se reclamaron posteriormente por los derechos de formación.
Con todo, dado que
Fabián llegó con ocho años a
Los Bermejales y se marchó con 22, el club heliopolitano obtendrá el 4,5% (sobre un máximo de 5%, el único tramo que se reservan los ‘azzurri’ es el último, de los 22 a los 23 años) de cualquier futuro traspaso que utilice el
Sistema de Correlación de Transferencias de la FIFA (TMS, por sus siglas en inglés).
Es decir: no valdría una operación entre dos clubes italianos, sino que debería haber un tránsfer internacional de por medio para que el
Betis cobre pluses.
Ahora, con el interés confeso del
Real Madrid en Fabián, se habla de
70 millones de euros como cifra a partir de la cual el
Nápoles, que no fijó en el contrato del palaciego (hasta 2023) ninguna cláusula de rescisión, empezaría a negociar.
De llegarse a ese listón, por aquello del mecanismo de solidaridad, a los verdiblancos les corresponderían algo más de tres kilos
(3.150.000 euros).