Andrés Guardado seguirá vinculado al Betis por dos temporadas más,
según ha podido confirmar ESTADIO Deportivo, con lo que se resuelve, así, una de las operaciones prioritarias para la nueva secretaría técnica, coordinada por
Alexis Trujillo y con
Jesús Sánchez y
Ángel Luis Catalina como cabezas visibles. Ahora,
Joaquín y
Mandi son los siguientes en la lista, con especial atención al portuense, que, como ocurre con el mexicano, termina contrato el próximo 30 de junio. Con la continuidad del '18', avanzada por ED, se zanjan los rumores que
situaban al de Guadalajara en la MLS, incluso en enero próximo, con los
Chicago Fire como el club mejor colocado para acercarle a su tierra en esta recta final de su carrera deportiva.
Desde el entorno de
Guardado se muestran más cautos y
no dan por cerrada su renovación, aunque el Betis cuenta ya con el O.K. del centrocampista, que prolongará, como poco,
su permanencia en Heliópolis hasta 2022, con lo que serían cinco años de verdiblanco. La discrepancia, en realidad, reside en que el nuevo contrato del norteamericano
no está firmado, sino únicamente
apalabrado, al tiempo que se trata de unas negociaciones que han experimentado muchos altibajos en los últimos meses. Siempre con ambas partes dispuestas a entenderse, todo sea dicho, los cambios en el organigrama deportivo de la entidad han variado también las opiniones al respecto. Con matices, pues siempre se apostó por atar a un jugador fundamental dentro y fuera del vestuario, tanto con
Setién como con
Rubi.
Hasta la fecha, el diálogo era fluido, si bien desde el
Betis se apostaba por una fórmula conservadora (renovación por un año, más otro opcional, condicionado al número de partidos disputados en la anterior), mientras que
los asesores de Guardado querían algo más de seguridad (dos campañas fijas). Y es que, pese a que está a punto de cumplir 33 años (este sábado, de hecho), la participación del zurdo no sólo no se ha reducido, sino que aumenta (2.308 el curso pasado y 3.133 la pasada).
Además, desde la
MLS hay propuestas no sólo jugosas en lo monetario, sino también en cuanto a la duración (2-3 años), otra arma que esgrime el mexicano en una negociación que,
según ha podido constatar ED, ha llegado a buen puerto, hasta el punto de
haberse apalabrado la renovación hasta 2022, que podría ser oficial en los próximos días, una vez las partes cuadren sus agendas y se rubriquen los documentos definitivamente.