La principal asignatura que se le quedó pendiente al
Betis en el reciente mercado estival fue la llegada de un mediocentro de corte defensivo. El equipo que lidera
José Miguel López Catalán desde la salida de Serra Ferrer estuvo intentando hasta el último momento la llegada sin éxito de jugadores como Paredes (PSG) o Ascacíbar (Stuttgart), e incluso fue vinculado a Emre Can, jugador que no cuenta para la Juve y que se ha quedado fuera de la lista de la Champions.
De cara a la próxima ventana de transferencia, que se abrirá en enero, el
Betis sigue barajando posibles alternativas y recibiendo informes de sus ojeadores en los diferentes países y, en este sentido, uno de los más favorables que ha llegado hasta la mesa del máximo responsable de la planificación deportiva del equipo es el de
Iván Marcone, centrocampista italo-argentino de 29 años y 1,84, que juega en
Boca Juniors, según informa 'Mundo Deportivo'.
Marcone, criado en la cantera de Arsenal de Sarandí, ya fue vinculado con el Betis en el verano de 2017, cuando era jugador de
Lanús. Un año después se marchó a
Cruz Azul a cambio de 4,5 millones de dólares y el pasado enero dio el salto a Boca, donde se ha hecho con un sitio en el once.
Su nombre es uno más de los que maneja la dirección deportiva del Betis, cuya prioridad sigue siendo encontrar un refuerzo para la zona ancha del campo.