Lainez, premio al trabajo sin hacer ruido

Lainez, premio al trabajo sin hacer ruido
- Ö. M.
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
No está siendo, ni por asomo, su mejor año. Indiscutible en un histórico de la Liga MX como el Club América desde que atisbaba aún lejos la mayoría de edad, Diego Lainez (19) se enroló a principios de este 2019 que ahora enfila su recta final en el Betis, desechando una propuesta igualmente jugosa en lo económico del Ajax que, eso sí, le aseguraba quizás más protagonismo. Pero prefirió uno de los cinco grandes torneos (en el podio sin duda) del Viejo Continente antes que la Eredivisie, habitual trampolín de los suramericanos pero de un nivel bastante inferior al de España.

Catorce millones de euros, abonados en varios plazos, convencieron a la directiva 'azulcrema' para vender al zurdo, que ha marcado un gol y brindado una asistencia en 21 encuentros oficiales con el escudo de las trece barras, pero que, si ya le costó ganarse un sitio con Quique Setién, apenas está teniendo minutos a las órdenes de Rubi.

Cincuenta y cuatro, concretamente, repartidos en cinco encuentros del torneo regular, nunca más de 20 seguidos y todos saliendo desde el banquillo. En total, 546 desde que aterrizara en San Pablo el pasado 10 de enero, muchos menos de lo que esperaba y puede que merezca.

No obstante, Lainez nunca ha levantado la voz, bajado los brazos o pedido una salida, pese a que han llegado ofertas por él, bien a sus representantes o al propio Betis, tanto pidiendo su cesión como ofreciendo cantidades reseñables por un traspaso. El de Villahermosa está convencido de sus aptitudes y, pese al ostracismo al que le han condenado los dos entrenadores que ha tenido como verdiblanco, cree que puede ser importante aquí. Su compatriota e ídolo Andrés Guardado, que seguirá dos años más ligado al club heliopolitano, le sirve de guía y consejero. Diciéndole no lo que quiere oír, sino lo que necesita para seguir creciendo.

Y, aunque no predica con el ejemplo, Rubi asegura creer en Diego, al que "no cambiaba ahora por ningún otro jugador; está creciendo y tiene que esperar su momento". Éste, por lo visto, no ha llegado aún.

Mientras tanto, Lainez se enfundó contra el Celta la capa de héroe en la sombra. Sin hacer ruido y en un discreto segundo plano, aprovechó los once minutos que le concedió el entrenador para buscar la espalda de Hugo Mallo y Juncà. Al final, sacó de sus casillas a Aidoo, que le hizo una falta pegada a la cal en el minuto 90 que, botada por Canales y rematada por Fekir tras el mal despeje de Araujo, supuso el 2-1. Mientras otros hacían una piña con el goleador, Emerson, Joaquín y el 'staff' técnico, Feddal, Borja Iglesias o el cántabro felicitaban al joven mexicano por su insistencia, que tuvo premio.