División en la cúpula bética sobre el futuro entrenador

División en la cúpula bética sobre el futuro entrenador
La continuidad de Rubi, incluso en lo que resta de curso, está en entredicho. - Ó. Murillo / E. García
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
Rubi vuelve a tener la espada de Damocles colgando sobre su cabeza. El entrenador volverá a jugársela con rivales de mucho peso y, aunque en la entidad suelen apostar por la paciencia, sí que ya se mira al futuro pensando en el próximo inquilino del banquillo del Villamarín.

En la entidad tienen claro que, si finalmente hay un relevo, éste no debe hipotecar la planificación de la próxima temporada. Entonces, el abanico puede ser más amplio que ahora, y en Heliópolis prefieren no cerrarse puertas antes de tiempo. De ahí que en la planta noble apuesten por que el equipo reaccione y Rubi pueda, al menos, acabar la temporada. En caso contrario, la opción de un interino como Juan Merino permitiría abrir un periodo de reflexión para la próxima temporada.

De momento, lo que se debate en el seno del consejo es el perfil del que debería ser el nuevo entrenador. Existe una división entre los que abogan por una línea continuista a la que representan Quique Setién y el propio Rubi, y los que se decantan por un tipo de técnico más pragmático, que prime el resultado por encima del juego y que maneje más registros.

En el argumentario de los primeros figura como idea principal que, de virar el rumbo, se tirarían por la borda tres años de trabajo para confeccionar una plantilla que se siente más cómoda con la propuesta actual. El problema es que, actualmente, en LaLiga hay pocos entrenadores ‘setienistas’. Apenas Celades o Imanol en Primera división y Guti o Míchel en Segunda.

Fuera de España habría que buscar opciones más experimentales, como las que sonaron en verano: Xavi o Henry. En el mercado también hay técnicos como Jardim, Van Bommel, Sampaoli o Di Francesco que, con sus matices, tienen todos el fútbol ‘propositivo’ como ideario principal.

Más opciones pueden presentar los apostantes por el pragmatismo. Estos días trascendía que Marcelino es uno de los nombres consultados. Más allá de que el asturiano esté disponible -lo quiere el Milan-, es el tipo de entrenador que ‘garantiza’ resultados.

En LaLiga, técnicos como Bordalás o Diego Martínez -alumno aventajado de Unai Emery- destacan por sus resultados por encima de su propuesta futbolística, que puede tener más o menos adeptos. Javi Gracia, actualmente libre y en el pasado en la agenda verdiblanca, o el ex de Huesca y Almería Francisco Rodríguez estarían a medio camino entre un tipo de entrenador y el otro.
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