La llegada de
Manuel Pellegrini al banquillo del
Real Betis se convirtió el pasado verano en un poderoso factor de
ilusión y motivación en los chavales que componen las categorías inferiores del club y que cada día se ejercitan en la Ciudad Deportiva Luis del Sol con ese sueño en mente. El chileno es un reconocido
amante de la cantera, apartado que ha vigilado y mimado con esmero en todos los clubes por los que ha pasado, donde ha destacado siempre por su valentía a la hora de apostar por los
jóvenes valores formados en la casa y también por tener
buen ojo para fichar a prometedoras perlas aún desconocidas en las grandes ligas.
En
Huesca, en una victoria muy importante para el Betis, el técnico chileno
echó mano de cinco jugadores formados en la cantera.
Aitor Ruibal y el también retornado
Juan Miranda se han consolidado en un once titular en el que ha irrumpido Loren Morón, mientras otros como
Paul y Rodri comienzan a sacar codos para hacerse con un sitio después de estrenarse con el primer equipo de la mano del andino.
Además,
Fran Delgado por fin vivió su debut oficial con el primer equipo en el choque copero ante el Mutilvera, después de ser todo un asiduo en las listas de Pellegrini, como sus compañeros
Geovanni y Dani Rebollo, quienes aún esperan su oportunidad. También mantiene su anhelo el 'abuelo' del Betis Deportivo,
un Luis Martínez que no renuncia a ese sueño.
Este
creciente protagonismo de la cantera del Betis ya
lo auguró Javi Matilla, un futbolista que vistió las trece barras y que hace 11 años tuvo la oportunidad de estrenarse como futbolista profesional de la mano del actual míster bético en un
Almería-Villarreal de la temporada
2008/2009, que fue la última de Pellegrini en el club castellonense, al que dejó ese mismo año para irse al Real Madrid después de sacar a una
generación que se consolidó, casi al completo, en la elite.
"Yo era muy joven y estaba en muy buen momento. El Villarreal siempre ha cuidado mucho a su cantera y
Pellegrini llamaba a muchos chavales a entrenar con el primer equipo. Yo estaba jugando muy bien y un día me convocó. Fue ya en Almería cuando me preguntó:
'¿Mati, estás preparado?'. '¡Pues claro!', le respondí. Y me enteré en el hotel de que iba a salir de titular.
Se me caían hasta las lágrimas y corriendo me puse a llamar a todos mis seres queridos para contárselo. Fue una ilusión enorme", rememoraba el toledano hace unos meses
en una entrevista para ESTADIO Deportivo en la que no pudo estar más acertado en su vaticinio.
"
Siempre le estaré agradecido a Pellegrini, que demostró que es un entrenador que
confía y cuenta con la cantera. Me puso de titular y me hizo debutar en un equipo con grandísimos jugadores, sobre todo en mi posición, donde estaban Senna, Bruno Soriano, Cazorla, Borja Valero... jugadores de un nivel brutal.
Hay que tener esa valentía, ese poder y ese carácter para poner a un chaval antes que a esos grandes nombres", añadía el de Quero en su charla con esta redacción, en la que avalaba la contratación del andino para el Betis y en la que pronosticó que no pocos jóvenes irrumpirían bajo su mandato en Heliópolis. Ha clavado su predición.
Aitor Ruibal, Paul o el propio Matilla son sólo algunas de las muchas perlas esculpidas y moldeadas por Pellegrini, quien ha descubierto y/o consolidado en el fútbol de elite a Santi
Cazorla,
Bruno Soriano, Jonathan
Pereira, Altidore,
Marcos Alonso, Recio,
Isco, Pozo,
Ihenacho y .