El
Real Betis Balompié del chileno
Manuel Pellegrini afronta la temporada de su regreso a la
UEFA Europa League con casi los mismos mimbres que la pasada temporada, con la máxima de hacer de la necesidad virtud con un ejercicio de ingeniería en lo económico y lo futbolístico, para afrontar tres competiciones con solvencia y aspiraciones.
El segundo de los tres años que el técnico de
Santiago de Chile tiene firmados con el
Real Betis es el de la continuidad del sello de solvencia que el 'Ingeniero' le dio a los verdiblancos en su primera temporada, en la que quedó en sexta posición, con las limitaciones de tesorería con las que ha trabajado el director deportivo de la entidad,
Antonio Cordón.
Al igual que en la pasada temporada llegaron a coste cero el meta chileno
Claudio Bravo, el lateral
Martín Montoya, el central
Víctor Ruiz y el carrilero
Juan Miranda, entonces cedido y hoy fichado al
FC Barcelona, en este verano han hecho lo propio las pocas novedades con las que Pellegrini ha contado en la pretemporada. La marcha del lateral brasileño
Emerson al
FC Barcelona ha sido suplida con la llegada libre del franco-senegalés
Youssouf Sabaly del
Girondins de Burdeos francés, idéntica forma en la que ha recalado en el
Benito Villamarín el portero portugués
Rui Silva tras su exitoso paso por el
Granada CF.
A falta de la llegada de un central que supla la salida del argelino
Aïssa Mandi al
Villarreal CF,
Pellegrini afronta la temporada con un núcleo reconocible en el que son novedad el recuperado
Víctor Camarasa tras su año en blanco por una grave lesión de rodilla y los cedidos
Rober González, quien vuelve de su cesión en la
UD Las Palmas, y
Édgar, quien hace lo propio tras un año en préstamo en el
Real Oviedo.El técnico chileno no suele quejarse y recurre a su guardia de corps, la que consolidó en la segunda vuelta del pasado año y con la que afronta el presente con jugadores contrastados y otros de rendimiento creciente y que están llamados a tener un papel clave en sus esquemas, como la perla mexicana
Diego Lainez.
Fundamental en los dibujos de
Pellegrini, es la clave de bóveda que supone en su entramado defensivo el internacional argentino
Guido Rodríguez, mediocentro campeón de la
Copa América con la albiceleste y sobre el que descansa la solvencia defensiva y el equilibrio del centro del campo. La defensa de cuatro, a falta de la llegada de un nuevo central, podría ser la formada por
Sabaly, con
Marc Bartra y
Víctor Ruiz en el eje, con
Juan Miranda en el costado zurdo, con las alternativas en las bandas de
Martín Montoya y
Álex Moreno.
Otros jugadores franquicia son el omnipresente
Sergio Canales, bien atrasado junto a
Guido o más en la mediapunta; el internacional francés
Nabil Fekir, factor de equilibrio por la posesión; y el también revivido
Borja Iglesias, recuperado tras sus difíciles inicios en el
Benito Villamarín.
Importancia tendrá también en un año largo y complejo la aportación del eterno capitán
Joaquín Sánchez en la que puede ser su última temporada en activo a sus 40 años y, además, la veteranía de otro de los pesos pesados de la plantilla, el centrocampista mexicano
Andrés Guardado.
El brillo de la columna vertebral no oculta la necesidad de una plantilla profunda y versátil que permita al
Real Betis hacer frente con solvencia a las tres competiciones que tiene por delante. Ahí está el centrocampista internacional portugués
William Carvalho, quien no ha terminado de dar en verdiblanco el nivel que suele con la selección de su país, y el extremo
Cristian Tello, irregular, aunque decisivo con su verticalidad y eficacia goleadora.