Costó mucho, pero llegó, por fin la primera victoria del Real Betis en LaLiga 21/22. La había merecido antes por juego, pero le sigue penalizando en exceso los problemas que tiene para materializar las muchas ocasiones de peligro que logra genera. En Granada, vestido de auriverde, se impuso por 1-2 gracias a dos golazos de Rodri y Canales, cuando el empate se antojaba ya el escenario más probable.
Pellegrini realizó seis cambios con respecto al choque ante el Madrid antes del parón, dio descansos a algunos pesos pesados de cara al estreno europeo del jueves y el equipo no perdió ritmo competitivo, seguridad defensiva ni fluidez en el juego. Es más, su puesta en escena fue bastante atractivay dominó casi todo el choque, pero sigue fallando lo de siempre: ser eficaz. Sólo encontró el gol al final de cada tiempo en genialidades individuales.
En el primer acto desperdició cinco ocasiones muy claras antes de que Rodri hiciese el 0-1 al filo del descanso y luego tuvo la sentencia por medio de Tello en la reanudación. Y el que perdona, la paga casi siempre, como Luis Suárez se encargó de recordarle en un segundo acto mucho más flojo resuelto por la obra de arte de Canales en el 90'. No sólo es un problema de puntería, pues el principal hándicap sigue siendo que a los delanteros apenas le llegan balones. Sólo dos recibió Borja Iglesias en 45', prácticamente ninguno el debutante Willian José en otros 45'.