Este
miércoles está prevista la reunión del
Comité de Competición de la RFEF para estudiar, entre otros casos, la expulsión en Vallecas de
Álex Moreno por la entrada que produjo una brecha en la cabeza al rayista
Isi Palazón, castigada con
tarjeta roja por el colegiado del encuentro,
Muñiz Ruiz, que completó luego una serie de despropósitos en forma de decisiones contrarias al conjunto heliopolitano. Para colmo, el colegiado gallego no reflejó exactamente lo ocurrido en la acción, obviando que el extremo local baja la testa en exceso, y describiendo el incidente de la siguiente manera: "Una patada a un adversario en la cabeza con uso de
fuerza excesiva en la disputa del balón. El jugador perjudicado tuvo que ser atendido debido a una
brecha en la cabeza, pudiendo volver a participar en el encuentro".
Paradójicamente, este enunciado puede ayudar a que las
alegaciones presentadas por los servicios jurídicos del
Real Betis puedan
prosperar, ya que resulta difícil habitualmente quebrantar la
presunción de veracidad de un documento oficial como las
actas arbitrales, debiendo existir un error manifiesto en la interpretación que el club hispalense tratará de demostrar con
pruebas videográficas. El objetivo a gran escala sería la conmutación de la sanción por una tarjeta amarilla, si bien no se descarta que al carrilero zurdo se le impongan entre uno y tres encuentros de suspensión, por lo que sería necesario recurrir ante el
Comité de Apelación, que suele reunirse los jueves.
De caerle a Álex sólo un encuentro, se abriría un
debate en el seno de la entidad sobre la pertinencia de seguir agotando los otros dos escalones de la jurisdicción deportiva o conceder al catalán un pequeño descanso, habida cuenta de que
Miranda ya se ha incorporado a los entrenamientos y estará disponible, salvo giro indeseado de los acontecimientos, el martes de la semana que viene en el choque liguero frente al Alavés. Como ya se explicó en esta página, la presencia de Moreno en el derbi de
Copa del Rey ante el
Sevilla FC este sábado (21:30 horas) no peligra, porque, al no existir agresión, nunca se le impondrán cuatro o más partidos, requisito para que la sanción se cumpla a partir del siguiente duelo oficial. Con
tres o menos, se agotarían en la misma competición (
LaLiga). Los técnicos y el propio afectado echan cuentas y cruzan los dedos para que la polémica generada, con alusiones a
Rubiales y Medina Cantalejo, no afecte negativamente a sus intereses.