Debió caer, pero no despedirse

Debió caer, pero no despedirse
Podríamos decir que el Sevilla, lejos del dominio que esperaba asumir y que anunciaba Sampaoli, tuvo menos posesión que su rival; podríamos hablar de los muchos errores, en su área -¡Ay Mercado!- y en la otra, de los jugadores nervionenses; podríamos hablar de victoria táctica de Zidane ante el técnico argentino; de la peor primera parte que se le recuerda al Sevilla en esta temporada... Podríamos hablar de tantas cosas para justificar una derrota merecida que no hacía falta mirar hacia el árbitro si no fuera porque este no era un partido sino una eliminatoria y ésta ha quedado decidida por las, una vez más, decisiones erróneas del de casi siempre.

Está claro que estando uno de los poderosos delante, ante cualquier duda sólo miran a un lado. Ayer hubo tres jugadas polémicas vitales y las tres se decantaron hacia el club de los millones, las Champions y los mundialitos.

El Sevilla mereció perder en el Bernabéu. Sí. Pero no quedar eliminado. Aunque soñemos con imposibles, hoy se puede decir que lo está.