Pese a la ilusión que ha generado su fichaje, a Nolito le faltaba empezar a demostrar esa fama que le catapultó a un club puntero del fútbol mundial y a ser un habitual en la selección. Ya más rodado en su nuevo equipo, con la pretemporada tocando a su fin y la Champions en puertas, el sanluqueño ha aparecido.
Ayer, dos chispazos suyos de los que nos tiene acostumbrados bastaron para que el Sevilla derrotara a un rival de prestigio.
Era un amistoso y servía de poco, pero la intensidad con la que se emplearon denotaba que había algo más en juego, que la competición oficial está al caer y que los principales protagonistas ya aprietan fuerte para ganarse una plaza. Nolito ha pedido paso. Tiene mucha competencia, pero también mucha... calidad.
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