EL EDITORIAL DE ED

No hay indulto sin redención

No hay indulto sin redención
Es indiscutible que las posibilidades de reaccionar en un ambiente de crispación descienden considerablemente, porque en horas bajas se precisa más cariño que recriminaciones y hostilidad, pero también que los golpes a la ilusión siempre resultan muy dolorosos y que la afición está en su derecho de evidenciar su malestar con una bronca tras lo ocurrido en el derbi y las sensaciones.

No obstante, el problema radica cuando se pierde la perspectiva y se traspasan los límites del respeto en perjuicio de los propios colores. El Sevilla no se redimió ayer a la altura de la decepción que provocó en los suyos y se entiende una pitada al final del partido, e incluso durante el mismo cuando apreciaba que el equipo bajaba los brazos. No hay indulto sin redención plena.

Realidad que no debe solapar otra también incuestionable: que, pese a todo, continúa vivo en todas las competiciones y la única forma de seguir es que afición, equipo y club remen juntos.