La realidad se llama Messi

El resultado y la imagen ofrecida por el Sevilla no se correspondieron anoche en el Camp Nou, porque los nervionenses generaron peligro como para haber ajustado más el partido. Pero la realidad se llama Messi y los de Machín, en el cuarto de hora que estuvo sobre el césped, no supieron pararlo y le dejaron espacios que el argentino convierte siempre en castigo.

A partir de ahí, ya sin el '10', se vivió un partido diferente pero con una losa demasiado pesada que levantar y más todavía sin la efectividad de los encuentros anteriores.

Aun así, el Sevilla no le perdió la cara al choque, se lanzó con valentía en la segunda mitad y sólo Ter Stegen, con cuatro intervenciones mayúsculas, impidió que se metiera de lleno en la pugna. Por ello, aunque el marcador refleja la necesidad de mejorar ciertos aspectos, el equipo ofreció sensaciones para creer en él.