EDITORIAL ED

¿Por qué no?

¿Por qué no?
Los jugadores del Sevilla celebran el gol ante el Valladolid.
Creérselo cuando luchas contra titanes que quintuplican tu presupuesto puede parecer una quimera, pero el Sevilla, después de más de tres meses de competición y hasta 25 partidos disputados en todas las competiciones, se ha ganado el derecho a que se le respete y se le tenga en cuenta en todas las quinielas.

Cierto que para poder aspirar al premio mayor, la Liga, debe rozar la perfección y que los poderosos mantengan ese ritmo errático que les hace rendir muy por debajo con respecto a los años anteriores, pero con un tercio del campeonato ya disputado, de momento, ninguno de ellos ha dado muestras de que vaya a ir a más, mientras que los de Machín, tras las dudas iniciales, mantienen una regularidad que ya quisieran todos sus rivales. Si no se ponen nerviosos y les puede la presión, ¿por qué no soñar?