Un resultado nefasto para un encuentro ilusionante. El Sevilla no mereció perder ante un Valencia que apenas ofreció algo más que un penalti y un tiro al larguero, pero que supo sacar mucho partido a lo que mejor sabe hacer: defender.
Los de Marcelino marcan poco -llevan los mismos goles que el penúltimo, Rayo Vallecano, y sólo hay tres equipos en LaLiga que anoten menos-, pero hacerles un gol es misión para héroes.
Y el Sevilla estuvo varias veces a punto de hacerlo. Incluso le escamotearon un penalti bastante claro en los instantes finales tras una segunda mitad en la que los de Caparrós dominaron completamente y ofrecieron una imagen más convincente que la dada en los últimos meses. Si se quedan con eso, tienen motivos para seguir creyendo.