La afición del Athletic 'se cuela' en una boda en Sevilla

Los novios no se dieron el 'Sí', intercambiaron sendos 'Bai'. La salida de la Catedral de Sevilla parecía San Mamés. Un pasillo de camisetas rojiblancas jalearon con mucha gracia a la feliz pareja, que se marchó botando en su descapotable como dos hinchas más

Aitor TorviscoAitor Torvisco 4 min lectura

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se ha casado este sábado por todo lo alto en la capital de España, con su pareja, Teresa Urquijo, en un enlace que ha congregado a lo más selecto de la política, la sociedad y la aristocracia española; con el Emérito Juan Carlos como invitado de excepción. Sin embargo, precisamente con motivo de la Copa del Rey, en Sevilla le ha salido competencia al regidor capitalino, con una boda en la majestuosa Catedral hispalense que amenaza con hacerse aún más viral que la madrileña. En ella, que la novia ha entrado vestida de un blanco radiante pero ha salido teñida de un festivo rojiblanco del Athletic Club.

Suele decirse que el día de tu boda no se olvida en la vida. Sin duda, lo que estos novios no van a borrar nunca de su memoria es que el día que se daban el 'Sí, quiero' se jugaba una final de Copa del Rey entre el Athletic Club y el RCD Mallorca. Más que nada, porque en la clásica salida del templo no le arrojaron pétalos ni arroz, sino cánticos de 'Son del Athletic, los novios son del Athletic'. En el pasillo nupcial casi costaba encontrar invitados 'al uso'. Se formó una bromista pero respetuosa marea de camisetas del conjunto bilbaíno que jaleaban a la feliz pareja ondeando bufandas y banderas como una parte más de la previa del duelo de esta noche en La Cartuja. Vamos, que la familia 'athleticzale' no fue invitada ni por parte del novio ni de la novia; pero sin duda fueron los que más animaron la celebración.

Cualquier podrá pensar que, cuando hace muchísimos meses (siendo Catedral, incluso varios años) fijaron el sábado 6 de abril como fecha para unir sus caminos solemnemente, en lo último en que repararon es en la posibilidad de que ese día pudiese darse un evento de tal magnitud en Sevilla y que el centro, ya de por sí generalmente poblado de manera densa por los turistas, iba a estar literalmente engullido por un exodo de 70.000 simpáticos bilbaínos. Para que luego digan que los del norte no tienen gracia, oye.

Aun así, podría darse el caso de que haya alguien leyendo estas líneas que siga pensando que vaya faena la de salir recién casados y encontrarte en medio de un partido de fútbol, como si la iglesia tuviese un pasadizo secreto que teletransportase hasta el corazón de las gradas de San Mamés. En ese caso, basta con ver el vídeo que encabeza estas líneas grabado por las cámaras de Lince Photo Agency y ESTADIO Deportivo.

En el vídeo se puede ver cómo la pareja se monta en un flamante descapotable digno de película y, ni cortos ni perezosos, se abren paso entre la marea de hinchas del Athletic dando botes, brazos arriba y acompañando los cánticos como dos 'athleticzales' más. "Oe, oe, oe, oe...". ¡Vivan los novios! Algún tonto siempre hay en todos los lados y era inevitable que hubiese algún incidente, pero en general el comportamiento de los bilbaínos ha sido bastante respetuoso.

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