Las vergonzosas imágenes de la batalla campal en el Motril - Atlético Melilla

Hizo falta la intervención de Policía Nacional, Policía Local y efectivos sanitarios para atender a un herido después de una trifulca que iniciaron miembros de la expedición visitante y un grupo de aficionados locales, a la que se unieron luego los futbolistas y más hinchas provocando la suspensión del encuentro y dejando vídeos del todo lamentables

Las vergonzosas imágenes de la batalla campal en el Motril - Atlético Melilla
Los lamentables incidentes en el CF Motril - Atlético Melilla se saldaron con un herido y la suspensión del choque. - Captura RRSS

El partido entre el CF Motril y el Atlético Melilla, correspondiente a la jornada 25 en el Grupo X de la Tercera RFEF que se disputaba en la mañana de este sábado en la localidad granadina, ha tenido que ser suspendido en el descanso tras una sucesión de incidentes que convirtieron al estadio Escribano Castilla en escenario de una batalla campal iniciada cuando un miembro del cuerpo técnico visitante se encaró con varios seguidores locales y abrió la caja de Pandora. A la trifulca se sumaron los futbolistas de ambos equipos y más hinchas, que comenzaron a lanzar objetos, entre un hilo musical compuesto por insultos, gritos, amenazas, desafíos... Las vergonzosas imágenes muestran los momentos de altísima tensión vividos y justifican la decisión del árbitro de dar por concluido el encuentro. De hecho, tuvo que intervenir la Policía Nacional y un espectador sufrió heridas por las que tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios.

El encuentro había llegado al filo del final de la primera mitad con una total normalidad, tanto sobre el terreno de juego como en las gradas, donde disfrutaban de un cómodo marcador de 2-0 favorable al Motril. Toda la calma se vio alterada a raiz de que, en el minuto 44, fuese expulsado el delegado del equipo melillense, aparentemente por recriminarle algo al colegiado y luego por encararse con el público. El colegiado, a instancia de unos de sus auxiliares se acercó al banquillo visitante y mostró la roja, desatando las hostilidades.

Según relatan testigos presenciales y demuestran las imágenes compartidas en redes sociales por Televisión Melilla y por el periodista Luis Mora en la Cadena SER, el miembro del cuerpo técnico del Atlético Melilla siguió protestando tras ver la roja y en un principio incluso se encaró con el colegiado, negándose a marcharse del terreno de juego. Finalmente, tras la mediación de varias personas accedió a marcharse, pero al girarse para hacerlo volvió a picarse con varios aficionados locales y comenzó lo que en un primer momento sólo era un intercambio de improperios.

En ese momento, el expulsado explotó y subió hasta la grada para encararse con esos mismos aficionados, desatándose ya una trifulca del todo imparable. Un miembro de la expedición melillense que estaba en esa zona y varios aficionados locales engrosaron una pelea que iba subiendo el número de participantes a toda velocidad. Como este suceso había coincidido con el final de la primera parte, los jugadores del equipo visitante que se dirigían para el vestuario acabaron subiendo también al graderío para unirse a los incidentes y aumentando la dimensión de los mismos.

Hubo varios intentos de agresiones, muchos gritos y lanzamiento de objetos desde la grada hasta el campo y también en el sentido contrario. De hecho, un espectador local tuvo que ser tratado por los servicios sanitarios al haber recibido un impacto lanzado desde el campo, según los testimonio recogidos. Minutos más tarde, y ya con los jugadores en el vestuario, se personaron en el estadio varias patrullas de la Policía Nacional y de la Policía Local de Motril.

Según ha explicado el CF Motril a través de un mensaje publicado en sus perfiles en las redes sociales, el colegiado del partido ha propuesto reanudar el juego una vez que la llegada de la Policía Nacional garantizaba la seguridad. Siempre según lo expuesto por el cuadro local, "el Motril quiso continuar el encuentro, pero el Atlético Melilla se ha negado, primero, por su combinación en el viaje de regreso y, después por entender que, a su parecer, no podía garantizarse la seguridad".