La macro operación contra los ultras de Osasuna y Betis queda en nada

Las imágenes eran espeluznantes. Los enfrentamientos entre los ultras del Real Betis y el CA Osasuna en los aledaños del barrio de Heliópolis el pasado 23 de octubre de 2023 antes del encuentro entre verdiblancos y rojillos de la jornada 11ª de la temporada pasada no depararon, por fortuna, víctimas personales de importancia, más allá de un aficionado de los pamploneses agredido por sus iguales por error, lo que da idea del despropósito dentro de la vorágine, aunque sí varios daños materiales en comercios y vehículos aparcados. La Policía Nacional abrió una investigación, que deparó, varios meses más tardes, una operación conjunta en la capital navarra, la hispalense y Madrid con un número casi sin precedentes de detenciones. Hasta 84 radicales de ambos equipos, 61 de ellos del grupo pro osasunista Indar Gorri y 23 del pro bético United Family.

Pese a la magnitud de la redada y la incautación de un importante material casi bélico, pirotécnico e identificativo de ambas agrupaciones, todo ha quedado, finalmente, en agua de borrajas. Y es que hace escasas fechas el titular del juzgado de instrucción número 7 de Sevilla ordenaba el archivo provisional de la causa y la consiguiente puesta en libertad sin cargos de los señalados por falta de pruebas, argumentando el auto, que ya se ha comunicado convenientemente a las partes, que "se desconoce la identidad de los autores que causaron los daños y de los que agredieron a los jóvenes lesionados, quienes tal vez por el concepto de 'omertá' al que alude la Policía, nada reclaman y no identifican a los agresores". El fallo, fechado a finales de enero, rememora que "un radical del Real Betis al parecer controlaba los movimientos de los visitantes y lo comunicaba a sus compañeros" para su asalto, pero tampoco hay penas para él.

A continuación, de las pesquisas de Grupo VII de la Brigada Provincial de Información en Sevilla de la Policía Nacional se identificó a 26 seguidores verdiblancos y a 60 rojillos, que fueron detenidos en Sevilla y Pamplona tras "un enfrentamiento donde hicieron uso de palos, barras de metal y otros objetos contundentes", redondeándose luego las cifras como explica al principio de esta información. Todos ellos se acogieron a su derecho constitucional a no declarar y fueron puestos en libertad, en la capital navarra por parte del juzgado de Instrucción número 4 de la capital, relata 'Noticias de Navarra', que añade que ni siquiera se accedió a la prohibición de acercamiento a los estadios de fútbol que proponía LaLiga, que ejercía la acusación. Pese al "salvajismo" de las imágenes y el "ingente trabajo" de las fuerzas del orden, el magistrado sevillano decreta que "es innecesario continuar la instrucción, pues no se desprende de los vídeos aportados la participación concreta de ninguno de los investigados".