Gatronomía

Sin levadura ni harina: así es el bizcocho más singular de Salamanca

Es tradicional de Castilla y León, ideal para acompañar desayunos y meriendas, especialmente en los días de frío

Sin levadura ni harina: así es el bizcocho más singular de Salamanca
Bollo maimón salmantino - Pinterest

El bollo maimón es mucho más que un simple bizcocho: es un emblema de las celebraciones populares en Castilla y León. Su característica forma alta y hueca es lo que lo destacaba en las mesas de las bodas rurales, donde ocupaba un lugar central junto a frascas de vino dulce y copas de anís. Este postre, sencillo en apariencia, pero cargado de simbolismo, forma parte de la repostería tradicional de provincias como Salamanca, Zamora, León y Ávila.

Su origen se remonta a los siglos XVII y XVIII, cuando las familias campesinas elaboraban este dulce en las cocinas de las casas castellanas. Se preparaba especialmente para ceremonias alegres, en particular para las bodas, donde se servía como postre principal o como ofrenda a los recién casados. La receta ha llegado a nuestros días transmitida de generación en generación, manteniendo viva una costumbre que combina sencillez y celebración.

Raíz cultural

El nombre de este bizcocho tiene también una historia curiosa. Diversos investigadores relacionan la palabra "maimón" con las fiestas del mismo nombre, que se celebraban al término de los convites de boda. En estos encuentros, el pastel (ligero y esponjoso) se compartía en medio de cantos, brindis con aguardiente y bailes tradicionales. Otros estudiosos proponen un origen etimológico distinto: procedería del árabe maimún, que significa "feliz" o "afortunado". Ambas explicaciones refuerzan su vínculo con la alegría colectiva y los festejos populares.

Aunque pueda parecer un bizcocho común, el bollo maimón esconde una técnica singular. No se elabora con levadura ni con harina convencional. Su volumen proviene del aire incorporado durante el batido de los huevos, mezclados con almidón de trigo y azúcar. La masa se hornea en un molde con un recipiente en el centro, lo que genera su forma característica con un gran hueco en el interior. Tradicionalmente, se acompañaba con chocolate espeso o vino tinto, y su textura ligera lo hacía perfecto para compartir.

Receta ancestral

Con el paso del tiempo, su presencia en las pastelerías urbanas ha disminuido, pero aún se mantiene viva en obradores artesanales que conservan las recetas familiares. Su precio actual varía entre 6 y 12 euros, dependiendo del tamaño. Cada maestro pastelero añade su toque personal: ralladura de limón, un baño de almíbar o una técnica especial al batir los huevos. El repostero Óscar Maldona, experto en su elaboración, explica que separa yemas y claras para conseguir la textura ideal, y espolvorea azúcar glas al final. "Todos tienen un secreto", asegura, "y eso es lo que hace que cada bollo maimón tenga su identidad".